Fotografía: Especial

Libros digitales gratis dejan en “la cuerda floja” a pequeños libreros

En ENTREVISTA Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- En la cuerda floja. Así describe Iván de Jesús Loyola, propietario de la Librería Caligari, la situación de los pequeños libreros en la ciudad, para quienes de por sí su condición en situación ordinaria es complicada; sin embargo,  a causa de la contingencia por el Sars-Cov-2 han resultado particularmente desfavorecidos.

“El negocio de los libros para los pequeñas libreros es difícil porque siempre estamos en la cuerda floja, y cuando hay algún inconveniente que altera la normalidad nos afecta demasiado”, afirmó.

Caligari es un pequeño centro librero ubicado en la esquina de la calle 9 Sur, casi esquina con 3 Poniente, justo en corazón de la ciudad, reconocido por amantes de los libros y literatos poblanos por ser un lugar de apoyo y difusión de escritores en despegue, contar con editoriales que otros no se arriesgan a tener porque no son redituables o reconocidas, además tener presentaciones de libros, conversatorios y proyecciones de filmes.

La grandeza del espacio reside en que ha logrado sobrevivir a pesar de que dos gigantes de las editoriales llegaron a instalarse en la misma cuadra: una librería Gandhi, justo a la vuelta; así como la librería Educal del Fondo de Cultura Económica, a un par de calles.

CULTURA, “LO MENOS INDISPENSABLE”

Loyola Rodríguez describió en entrevista con LEVIATÁN que la contingencia de salud les llegó cuando aún no se habían podido recuperar de la última crisis que les causó el sismo del 19 de septiembre de hace ya tres años, lo que provocó que la audiencia ya no confiara su entrada a edificios del Centro Histórico, donde se registró la mayor afectación, y comenzaran a bajar sus ventas.

Lo anterior se sumó al nuevo golpe que recibe la ya lastimada librería, que como otras tantas que se encuentran en las mismas condiciones siempre están al límite y “cualquier cosa que suceda nos afecta porque ‘la cultura siempre va al último’, porque es de ‘lo menos indispensable’“, agregó Iván.

Esta última idea fue la razón de que autoridades tanto municipales como estatales decretaran el cierre de los centros culturales a fin de frenar los contagios de Covid-19, una de las áreas que frenó primero y de las que se prevé que reabran al último.

LIBERACIÓN DE LIBROS DIGITALES AFECTA VENTAS

Desde el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia que confinó a sus casas a gran parte de la población, se comenzó a propagar la idea en todo el país y siguiendo iniciativas extranjeras, de destinar el tiempo de ocio en casa a la lectura. Puebla no fue la excepción.

Aunque las ventas en línea se “duplicaron” para la librería Caligari, éstas no logran equilibrar las ventas que se tenían en mostrador debido también a que este tipo de establecimientos fueron cerrados por no considerarse esenciales y sus actividades canceladas, como presentaciones, conferencias y talleres.

A decir de Iván, el repunte en su venta a través de las redes sociales tampoco es una situación alentadora, pues si bien se impulsaron varias campañas de fomento a la lectura durante el periodo de confinamiento, cientos de editoriales al rededor del mundo liberaron sus materiales gratuitos, lo que provocó una devastadora situación para los pequeños comercios.

Se hizo mucho énfasis en el libro digital ,y muchas editoriales los liberaron gratis para que la gente tuviera acceso; entonces eso también afectó el sector“.

Aunada a la inmensa variedad de materiales disponibles a través de la web que estuvieron al alcance de los lectores más allá de las fronteras entre países, a los “de por sí nada baratos libros” se sumaron las pérdidas por el coste de los envíos.

Aun así, el propietario de la Librería Caligari espera a que las campañas de fomento y las estrategias de difusión se extiendan más allá del periodo de cuarentena, para que puedan tener un repunte en sus ventas y lograr recuperar en lo posible las pérdidas de estos últimos meses, pues “si la difusión continúa independientemente de estas circunstancias, esperemos que haya un repunte en la venta de libros”.

“MANTENEMOS VIVA LA CULTURA”

La “nueva normalidad” será otro desafío que tendrán que sortear pequeños centros libreros como Caligari.

La implementación de las medidas de sana distancia con las que se tendrá que aprender a convivir a partir de ahora dejaría a este sitio con un aforo de apenas unas 10 personas y no 30 como antes, lo que también disminuye sus posibilidades de venta; sin embargo, con actitud positiva el librero señaló que adaptarían sus actividades a espacios abiertos alternativos.

Aunque realmente todo “se va a ir viendo sobre la marcha”, el miedo de Iván con respecto a la recuperación de su negocio es que la gente empiece a regresar al Centro.

Por ahora, Iván junto a su equipo de trabajo esperan con no tanta calma a que las actividades culturales regresen a la “nueva normalidad” para que retomen el par de presentaciones de libros que se quedaron en suspenso al igual que el lanzamiento de la editorial independiente El Barco Ebrio Ediciones.

LA CONFIANZA

Iván confía en que la Librería Caligari logrará sobreponerse a la crisis de salud más aún cuando ni un par de grandes editoriales ni el terremoto del 19S la lograron tumbar, pues “nuestro objetivo va más allá de las ventas. Es mantener viva a la cultura, a los grandes autores de literatura, historia y filosofía, que pareciera que ‘no son los grandes temas’ ni representan las ‘grandes ventas’ para las grandes editoriales”.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE ENTREVISTA

Ir Arriba