Fotografía: Especial

El solitario Tony Takitani

En CAMALEONES Aura Fuentes / Notimex
  • En su libro, Haruki Murakami también muestra la pasión de las mujeres hacia la ropa

MÉXICO.— La soledad y la adicción a la ropa son los temas que el escritor japonés Haruki Murakami (Kioto, 1949) trata en su libro Tony Takitani, el cual es protagonizado por el hijo de un músico de jazz, cuya historia fue llevada a la pantalla grande por Jun Ichikawa.

En poco más de 70 páginas, con un lenguaje sencillo traducido del japonés por Lourdes Porta, e ilustrado por Ignasi Font, fundador del estudio Bungalow —quien actualmente radica en Barcelona—, el lector primero conocerá al trombonista “Shôzaburô Takitani”.

En medio de la guerra sino-japonesa, el ataque de Pearl Harbor y el lanzamiento de las bombas atómicas, sólo se preocupaba por tocar en los clubes nocturnos de Shanghái, ya que emigró a China, así como sus aventuras con diversas mujeres, sus amistades “útiles” y un grave problema.

También se adentrará en la vida de “Tony”, cuyos problemas comenzaron desde el tener un nombre norteamericano, pese a ser un japonés “puro” que nunca conoció a su madre ni convivió con su padre, el cual era un contraste de su forma de ser.

“Tony”, quien desde niño había sido independiente, es un excelente dibujante que reproduce con precisión máquinas y elementos arquitectónicos complicados, por lo que el trabajo, bien remunerado, nunca le faltó, además de que no gastaba en nada y vivía encerrado en su soledad, por lo que gozaba de una fortuna.

Su vida da un vuelco cuando conoce a una jovencita obsesionada con los vestidos, una buena mujer compatible con él, salvo por las compras compulsivas que la hacen necesitar un cuarto entero para poder guardar las prendas que ni siquiera usa, problema que terminará en una tragedia que llevará a “Tony” a plantearse qué lo ancla al mundo.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE CAMALEONES

Ir Arriba