Fotografía: Daniel Casas / EsImagen

Autoridades minimizan ataques con ácido al no considerarlos violencia feminicida: Ximena Canseco

En ENTREVISTA Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- En Puebla y el resto de México, el 90 por ciento de los ataque con ácido han ocurrido en contra de mujeres; sin embargo, las autoridades  han minimizado el tema más allá de reconocerlo como violencia feminicida y, potencialmente, como crímenes de Estado al no tomar medidas precautorias ni jurídicas que garanticen la no repetición.

Así lo consideró en entrevista con LEVIATÁN Ximena Canseco, cofundadora de la Fundación “Carmen Sánchez”, la primera asociación civil en México fundada en 2021 a fin de prevenir, atender, erradicar, investigar y sancionar los ataques con ácido u otras sustancias corrosivas a mujeres mexicanas por situaciones relacionadas con la violencia machista.

En el contexto de dos ataques con ácido a mujeres en Puebla en lo que va del 2022, Canseco enfatizó que este tipo de violencia debería ser tratada como violencia feminicida y no ser minimizada por autoridades:

“Miguel Barbosa justo hace una semana dijo que solamente eran lesiones, y justo parte de lo que hemos identificado desde la asociación es que todas las víctimas se enfrentan a un sistema de salud que minimiza y discrimina las lesiones; pero no solamente el sistema de salud, sino también las propias autoridades”.

De las 35 víctimas registradas en México en las últimas tres décadas, al menos el 90 por ciento fueron a manos de agresores varones; sólo tres casos han sido contra hombres, quienes resultaron víctimas colaterales como parte de ataques directos a mujeres.

Estas 35 víctimas, añade, solamente son la punta del iceberg de un problema grave en México, pues existen otros casos en el anonimato.

CASOS EN PUEBLA

Puebla se encuentra entre los primeros tres lugares con mayor cantidad de ataques con ácido en contra de mujeres, junto al Estado de México y la CDMX.

Pese a que en el país no existen cifras oficiales, la Fundación “Carmen Sánchez” ha contabilizado 35 casos en las últimas tres décadas, de los cuales han logrado sobrevivir 22 afectadas; siete del total de casos han ocurrido en el estado de Puebla.

Este 2022 se han registrado dos, el primero de ellos ocurrió el 25 de mayo en la zona de Angelópolis, cuando una mujer quien iba a realizar un trámite a las oficinas del Sistema de Administración Tributaria (SAT), fue atacada con ácido por dos sujetos en una bicicleta.

Temor orilla a mujer atacada con ácido a no denunciar; autoridades “dudan” del hecho

En ese entonces, desde el gobierno del estado se puso en duda la veracidad de los hechos, además se indicó que la víctima no habría denunciado por temor.

El más reciente fue el de Andrea, ocurrido el primero de agosto de 2022, cuando un par de hombres desconocidos a bordo de una motocicleta la interceptaron afuera de su domicilio en la colonia Galaxias de Amalucan y le arrojaron ácido.

Otro muy retomado por los medios ocurrió en diciembre de 2018 en contra de Esmeralda, quien fue atacada con ácido por Fidel “N”, con quien había mantenido una relación violenta y procreado dos hijos; en este hecho actuaron en complicidad de tres criminales más (https://bbc.in/3QlnNbF).

ATAQUES A HOMBRES

El pasado 3 de agosto el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, mencionó que tanto hombres como mujeres podrían ser objeto de este tipo de ataques.

“Yo veo que es un ataque del que pueden ser objeto de esos ataques hombre y mujeres, por favor, no solamente piensen ustedes en que pueden ser atacadas las mujeres, también los hombres,  y  ahí está la legislación suficiente para poder sancionar, este tipo de, son lesiones básicamente”.

Las cifras documentadas por la Fundación “Carmen Sánchez” registran que de las 35 víctimas documentadas en un plazo de 1988 a la fecha, apenas tres casos se han tratado de ataques contra hombres, tratándose de dos adultos y un infante.

Por más, estos varones fueron víctimas colaterales como parte de ataques directos a mujeres, como confirmó  a este periódico Ximena Canseco, también vicepresidenta de la fundación.

El primero de ellos fue un policía de Coahuila quien terminó rociado en ácido al intervenir en lo que se presume un ataque de un hombre a una mujer. Otro de ellos fue el hijo de una pareja quien recibió la sustancia que presuntamente iba dirigida a su madre en un ataque directo por parte de su progenitor; es este último, por la naturaleza del hecho, también se podría hablar de violencia vicaria.

“De estos tres casos, ¿cuál sería el porcentaje de lo que Miguel Barbosa dice que, de manera casi indistinta, se podría atacar a un hombre o a una mujer?. Estos tres casos, para empezar, los hombres no sufren violencia de género, eso es muy importante enfatizar”, señaló Canseco.

CONSECUENCIAS

A decir de Ximena Canseco, estos ataques deberían reconocerse como violencia feminicida debido a la letalidad de las sustancias empleadas.

Independientemente de si las víctimas son asesinadas a manos de los agresores, todas ellas están expuestas a sufrir un accidente fatal o un suicidio por el estado físico, emocional, psico-social y económico en el que encuentran, como especifica la mencionada fundación.

Además, la víctimas permanecen en riesgo de infecciones y complicaciones de las lesiones, enfrentan riesgos altos en intervenciones quirúrgicas y tratamientos invasivos.

Aunado a ello, viven con desfiguración permanente o discapacidad; y se enfrentan a otros factores sociales como la discriminación o falta de empleo que provoca precarización económica debido a la incapacidad para trabajar.

ÁMBITO JURÍDICO

En cada estado de la república se castiga de manera diferente. En la mayoría de los códigos penales, incluyendo Puebla, no existe la figura jurídica del delito, pues se deja a consideración del Ministerio Público y, en general, se estipula como delito de lesiones, mismo que ronda una pena de entre 2 a 6 años de prisión.

Recientemente, el diputado Néstor Camarillo Medina presentó una iniciativa ante el Congreso del Estado para adicionar el artículo 309 bis al Código Penal estatal a fin de imponer penas de 7 a 13 años de prisión y multa de 300 a 700 UMAs.

Ello, a quien cause lesiones usando cualquier tipo de sustancias corrosivas, cáusticas, irritantes, tóxicas, o inflamables, alcanos o agentes similares, provocando daño o enfermedad incurable, la inutilización completa o la pérdida de una extremidad u órgano, creando una discapacidad o deformidad incorregible en la piel (https://bit.ly/3bIGzdW).

Al no existir la tipificación del delito en Puebla, tampoco se especifican los alcances de un ataque con ácido, que podría traer consecuencias graves en la vida de las mujeres.

A nivel nacional, en marzo de este año el Senado de la República respaldó el proyecto enviado por la Cámara de Diputados para tipificar como violencia física en contra de las mujeres los ataques con ácido u otras sustancias químicas (https://bit.ly/3vQzHSL).

Pues es que a pesar del incremento en los últimos 10 años, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia no lo regula, aun cuando su objetivo es dañar físicamente a la víctima, desfigurarla, lisiarla, cegarla o privarla de la vida, como argumentó el Senado.

Para la cofundadora de la Fundación “Carmen Sánchez”, tendría que legislarse el ataque con ácido como un delito autónomo dentro de todos los códigos penales sin ningún tipo de beneficio judicial para los imputados y, como parte de las medidas cautelares, al menos la prisión preventiva oficiosa.

IMPUNIDAD

La impunidad continúa siendo una de las limitantes para el acceso a la justicia en el país, pues del total de casos de ataques con ácido a nivel nacional, solamente uno ha sido sentenciado a ocho años de prisión, y existen en total seis detenidos.

“El tema más bien también es la impunidad, la mayor parte de los agresores están libres o no están sentenciados”, señaló Canseco al considerar que las autoridades han sido omisas no solamente en darle celeridad a los casos, tomar medidas de protección efectiva a las mujeres, ni brindarles la posibilidad de que el sector Salud las atienda completamente. La omisión llega, dice, incluso en el discurso:

“Yo pensaba que al menos en el discurso las autoridades estaban preocupadas por el aumento tan significativo del número de casos de mujeres víctimas de ataques con ácido, pero con las declaraciones de Barbosa queda claro que no”.

LLAMADO

Si bien activistas han buscado que se tipifique el delito, como señala Canseco, la creación de leyes y marcos normativos no es suficiente. Se tendría que sensibilizar a ministerios públicos, peritos, abogados y jueces para que actúen con perspectiva de género y derechos humanos.

Además, la creación de un cuadro completo que permita la atención gratuita en los sistemas de salud pública, así como protocolos médicos, tratamientos de rehabilitación, estéticos, terapia psicológica, acompañamiento jurídico y propiciar espacios de recreación que permita retomar la seguridad de las víctimas.

Ximena Canseco exhortó a las autoridades y la sociedad en general entender la gravedad de este delito en contra de las mujeres, quienes además de lidiar con la falta de acceso a la justicia, sufren estigma social, discriminación y viven con secuelas físicas que las imposibilita a retomar su vida con normalidad.

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