PUEBLA, MÉXICO.- Puebla se posiciona en el tercer lugar a nivel nacional de escritores registrados en la minificción, un género literario que, aunque relativamente nuevo, ha florecido en todos los estados del país y en Latinoamerica.
Así lo indicó este fin de semana la escritora Adriana Azucena Rodríguez Torres al inaugurar en el Salón de Proyecciones del Edificio Carolino el IV Encuentro de Minificcionistas que se desarrolla en el marco de la Feria Nacional de Libro BUAP.
Durante su presentación, la autora especialista en el rubro señaló que, con 93 escritores en el Catálogo de Minificción Mexicana, la Ciudad de México se coloca en la primera posición; le sigue Jalisco con 19 y en tercer lugar Puebla con 18 escritores registrados.
Con un recorrido histórico desde los comienzos del género, Rodríguez Torres explicó que este tipo de textos breves se ha mantenido vigente desde los poemas de Julio Torri, a quien le siguieron otros autores de poesía en prosa con textos de tal “intensidad y exploración psicológica” que se convirtió en un reto para los narradores explorar qué tanto podían reducir la narración de la ficción.
Puebla, referente nacional e internacional de la minificción: Agustín Monsreal
La primer generación de escritores que tuvo textos pequeños dentro de libros más largos, dijo, se encuentran Juan José Arreola y Augusto Monterroso con “La oveja negra y demás fábulas”; luego comenzaron sólo a crear relatos muy breves Guillermo Samperio y Agustín Monreal; tras ello, la generación de Alberto Chimal.
Explicó que este género se construyó gracias a proyectos de revistas, principalmente de El Cuento Revista de Imaginación, fundada en 1939 por Edmundo Valdés que, al ser una publicación especializada en la narración breve, lanzaba un concurso de minificción en cada número.
Incluso, añadió, quienes hoy son considerados como “grandes escritores de la minificción”, fueron ganadores de este concurso de la revista.
Pero más aún, fue gracias a esta publicación que se acuñó el término, pues en un inicio se le hacía referencia bajo el nombre de “artificios”, haciendo alusión al título homónimo de Jorge Luis Borges; pero a partir del número 69 de El Cuento Revista de Imaginación fue referenciado como minificción, nombre que desde entonces también adquirió el concurso.
La escritora señaló que tras ello hubo necesidad de hacer una especialización del recién nacido género literario, que comenzó con escritores como el narrador Mauro Zavala; y el ensayista e historiador literario Javier Perucho.
Destaca el autor poblano Fernando Sánchez Clelo, quien ha dedicado su obra y trabajo a la creación, estudios y promoción de la narración breve; en su propia voz, las minificciones “son narrativas igual que otras pero que que no tienen la obligación de contar historias completas”, un género más apegado a otros como la receta de cocina, la publicidad y el anuncio clasificado.
Por su parte, Gloria Ramírez se ha ocupado de las escritoras de este género mínimo, quienes al igual que en otros fueron desplazadas y no comenzaron a publicarse hasta años después. Entre sus aportaciones se encuentra Resonancias, una antología de minificciones que recopila el trabajo de 50 mujeres hispanohablantes.
Finalmente, dijo que a pesar de ser muy reciente, este tipo de literatura está despuntando en muchas partes de la región, pues además México ha tenido oportunidad de generar vínculos con otros escritores de minificción en Latinoamérica y España, sitios donde más se ha desarrollado.
EL APUNTE
Para conocer más sobre los autores de este género de la brevedad, se puede consulta la “Antología Virtual de Minificción Mexicana”, disponible en este enlace: https://bit.ly/3x2qgRG
