MÉXICO.- Clementina asesinó a su marido cuando éste le propinaba una golpiza; María Antonieta terminó con la vida de su agresor después de años de hostigamiento sexual; Carmen mató a golpes al dueño de una cantina para robarle; Amelia y Teresa abortaron, la primera para salvar su vida y la segunda para ocultar la pérdida de su virginidad tras una violación.
Estos hechos son los que la historiadora Martha Santillán Esqueda analiza en su libro “Mujeres criminales: entre la ley y la justicia”, el cual fue presentado la noche de este jueves por el Centro de Estudios de Género (CEG) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Al examinar los casos de estas cinco mujeres, quienes fueron juzgadas y condenadas entre los años de 1930 y 1940, cuando entonces estas acciones se consideraban crímenes, la autora demuestra las diversas formas de violencia que las protagonistas fueron víctimas o perpetradoras.
A decir de la académica Josefina Manjarrez, integrante del CEG, la relevancia de esta obra publicada bajo el sello editorial Crítica, radica en la vigencia que mantiene el tema a 90 años de acontecidos los sucesos, pues si bien a partir de la década de 1970 el feminismo modificó la interpretación de este tipo de hechos, reconociéndolos como un problema social, todavía no se ha podido erradicar.
“Los crímenes que se analizan no responden solo a la pregunta de por qué las mujeres cometen crímenes, sino que se sitúa dentro de lo que hoy identificamos como violencias por razones de género, las cuales estaban normalizadas y, por supuesto, invisibilizadas”.
A lo largo de la obra, la escritora especialista en historia reflexiona sobre el fenómeno del crimen como un problema social y de género en términos de la feminidad y ahonda en el retraso que ha tenido la transformación de los esquemas de género patriarcales en el siglo XX.
Durante la presentación del libro, Lucrecia Infante Vargas, doctora en historia por la UNAM con especialidad en política de las mujeres, destacó la habilidad de la escritora por hilvanar las historias en una narración que va de la ficción a la realidad, pues los casos abordados fueron resultado de una amplia investigación de procesos judiciales, fichas carcelarias, leyes, discursos criminológicos y psiquiátricos, así como notas rojas, cine, música y literatura.
Gabriela Pulido Llano, maestra en estudios latinoamericanos por la FFyL UNAM y doctora en Historia por la ENAH, explicó que a la vez la vez Martha Santillán devela la voz de estas víctimas que terminaron por convertirse en victimarias, para plantear los hechos en una versión historiográfica diferente a las que ya se han planteado.
Desde su óptica, la identidad de la obra de Santillán Esqueda radica en el rigor con el que analiza las fuentes y en la forma cómo seleccionó de manera puntual aspectos contrastantes de estas fuentes para mostrar procesos culturales que han afectado gravemente la percepción que se tiene en México de la violencia intrafamiliar, psicológica, sexual y los roles de género.
Por su parte, Elva Rivera Gómez, doctora en Historia por la UV, docente e investigadora de la BUAP y miembro del CEG, recriminó que más de cien años después se sigan teniendo las mismas narrativas de violencia que se tenían presentes desde finales del siglo XIX, lo cual calificó como una “deuda pendiente con el Derecho”.
“Cómo a lo largo de estos dos siglos y lo que va del XXI seguimos teniendo lo que hoy llamamos un sistema de impartición de justicia con fuertes tintes conservadores y cómo en el siglo XIX, que teníamos claramente identificada el dominio de la moral victoriana sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres, pasa por un matiz, y cómo en el xxi el ascenso del neoconservadurismo ha hecho que regresemos a modelos e interpretación de las leyes jurídicas como si estuviéramos en el siglo XIX”.
La propia Martha Santillán mencionó que si bien le llevó dos años escribir el texto, es fruto de un trabajo que ha estado siguiendo desde hace 15 años para comprender el sentido simbólico de la acción social que analiza.
La intención al describir los casos de estas víctimas, abundó, fue el de reconstruir el contexto desde la vida de las mujeres, lo cual exigió, desde un ámbito metodológico, un esfuerzo máximo para “construir un contexto sin conocer el contexto”.
“No sabía cómo leer los casos (…); volvía a leer, a estudiar el tema, tuve que volver a ver cine, tuve que sentarme a veces con café, que fue muy aburrido escuchar a Agustín Lara una y otra vez y a José Alfredo Jiménez, ver qué relación podría tener con estas vidas, tratar de entender, venir al presente (…), y de pronto fue abriéndose el camino y la narrativa fue fluyendo”.
A decir de su autora, “Mujeres criminales: entre la ley y la justicia” pretende ayudar a comprender la lucha feminista contemporánea así como ser una guía sobre los retos por superar en la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
EL APUNTE
Martha Santillán es doctora en Historia por la UNAM. Sus líneas de investigación se centran en la historia social y cultural del crimen y la locura criminal con perspectiva de género y en la historia de las mujeres en el siglo XX. Es profesora-investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Recibió el premio al mejor artículo de historia social 2014, otorgado por el Comité Mexicano de Ciencias Históricas. Es autora de Delincuencia femenina. Ciudad de México, 1940-1954, Instituto Mora/Inacipe, México, 2017.
