Fotografía: EsImagen

Unos 9 millones de mexicanos consumen “libros pirata”

En CAMALEONES Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Cerca de 9 millones de mexicanos consumen de manera regular libros pirata, y casi el 50 por ciento de los libros que se leen en digital es a través de formas ilegales, lo cual plantea serios desafíos para la industria editorial, señaló la abogada especialista en propiedad intelectual, Quetzalli de la Concha.

Y es que de acuerdo con la titular del Consejo Directivo del Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (CeMPro), este número basta para dimensionar la magnitud del problema que enfrenta la protección jurídica de la propiedad intelectual.

Durante la conferencia en línea “Piratería editorial”, organizada por el Centro Cultural Tijuana (Cecut) rumbo al Día Internacional del Libro que conmemora la Unesco cada 23 de abril, la especialista abordó el tema de la piratería impresa y la piratería digital, en la cual incurre un gran porcentaje de los 2.2 millones de electores que existen en el país.

En charla con el coordinador de Contenidos y Memoria del Cecut, Jaime Cháidez Bonilla, De la Concha señaló que desde hace algunos años 4 de cada 10 libros impresos que se consumen en el país son piratas, cifra que se mantuvo durante el año pasado; y aunque en el mismo periodo la comercialización informal de libros impresos en México se mantuvo, la venta en librerías tuvo un decrecimiento importante debido a que los centros de distribución estuvieron cerrados por la pandemia.

En 2020 la lectura en pantalla aumentó drásticamente, pues en promedio un lector invertía entre un 10 a 15 por ciento de su tiempo total de lectura, mientras que al año pasado incrementó a casi un 40 por ciento, principalmente por las condiciones del confinamiento, pero lo que no aumentó fue la venta de libros digitales.

“Hay una desproporción porque hay un crecimiento más o menos del 25 por ciento de lectura en pantalla pero no hay un crecimiento de la venta de ese tamaño de adquisición de ejemplares digitales (…)”, dijo la también titular de la Gerencia Legal y la Gerencia de Derechos de Autor del grupo editorial Penguin Random House México.

La editora señaló que en últimas fechas explotó el fenómeno de compartir contenido editorial de forma ilegal como los llamados PDF, lo cual afecta en gran medida a la cadena de valor, pues de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial esta práctica representa el 48 por ciento del consumo de libros en formato digital.

Quetzalli de la Concha abundó que ello tiene una afectación hacia la normal explotación de libros, pues paulatinamente aniquila la producción de libros nacionales y repercute en los ingresos de familias de autores, editoriales, formadores, correctores, la industria del diseño, impresión, libreros, entre otros que forman parte de la cadena de libros y que no están viendo resultados de la producción creativa, ya que la población comparte contenidos sin pagar por ellos y sin pedir permiso.

“Todo este compartir, a través de redes, a través de chat, de plataformas de comunicación, lo que estamos haciendo es ir minando la posibilidad de venta de ese libro, porque pasamos en lugar de decir solamente ‘este libro me encantó te lo recomiendo mucho’, las personas tomaron la dinámica de ‘este libro está muy padre te paso el PDF'”.

En cuanto al señalado caso particular de la escritora Fernanda Melchor, quien el año pasado mostró su indignación en Twitter por la distribución ilegal de libros, mencionó que la reacción del público fue un tanto “frustrante” al pedirle que “prácticamente regalara sus libros”, cuando se trata de una de las mejores autoras del país reconocida a nivel nacional e internacional y quien vive de su trabajo escritural.

“No es que (Fernanda Melchor) no crea en la cultura, pero sí cree en ser autora y poder vivir de eso, porque además es un sueño no sencillo de conseguir el poder vivir de ser autor, no solamente en México sino en el mundo y además el mercado nacional”.

 

Piratería editorial, más allá de pérdidas y ganancias: Magaly Pinal

 

 

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE CAMALEONES

Ir Arriba