Fotografía: Especial

ZAPPING | “The Boys”, luchando contra superhéroes no tan heroicos

En COLUMNAS Shanik David

De unos años para acá, las adaptaciones de cómics se han vuelto recurrentes. No que antes no existieran, digo, en los sesentas tuvimos una serie de Batman, antes hubo series de Superman. Los héroes con capa fueron una constante de gran parte del sigo XX, pero ha sido en la última década, aproximadamente, que ha sido común ver por lo menos una vez al mes una nueva adaptación de estas historias.

Esto no es malo. En lo personal creo que han sido pocas adaptaciones que no me han gustado. Hasta la película de Spawn que salió e 1997, antes de que me adentrara a las novelas gráficas y cómics me gustó mucho. Por eso no me quejo de esta gran afluencia de historias sacadas de páginas llenas de cuadros con imágenes y globos con texto, por mi que haya más, pero que mantengan la calidad.

Gracias a esta oleada tenemos The Walking Dead, Kickass, Snowpiercer, Watchmen (tanto la película como la serie que sacará más adelante este año HBO), Sin City, V for Vendetta, y un larguísimo etcétera.

Quienes lean con detenimiento la lista antes presentada, notará que evité mencionar películas/series del Universo de Marvel o de DC, porque eso es importante tenerlo en cuenta: hay todo un mundo de maravillas más allá de Iron Man o Batman.

Es en este espectro de grandes historias que aparece The Boys. Una serie de Amazon Prime Video basada en el cómic del mismo nombre, que juega con la idea de ¿qué pasaría si los superhéroes fueran reales?

En un mundo donde personajes parecidos a Superman, la Mujer Maravilla, Flash y Aquaman, por mencionar algunos, son reales, ), y donde siguen naciendo niños con ciertos poderes que sueñan con integrarse a The Seven, como se llama esta versión de la Liga de la Justicia, ésta es propiedad de una empresa global, multimillonaria y dueña de todo, que busca sobre todas las cosas comercializar al máximo sus propiedades más valiosas (cof, cof, Disney).

Sin embargo, si estamos hablando de una versión más real de estos personajes, estamos de acuerdo que no serán tan honorables como se presentan en la página. Los vemos caer en actos de corrupción, drogas, violencia extrema e incluso un Me Too.

No sólo eso, el halo de impunidad que protege a estos “héroes” no tiene del todo contento a todos, en especial aquellos que les ha tocado estar del otro lado de sus abusos.

Es ahí donde llegan “the boys”, un grupo de antihéroes en toda la expresión de la palabra, no sólo porque son los que buscan derrotar a The Seven, sino porque sus cualidades negativas rebasan, por mucho, las positivas.

Encabezados por Billy Butcher, interpretado a la perfección por Karl Urban (sólo él pudo darle tanta simpatía a un personaje que en malas manos pudo llegar a ser odioso), Hughie, un joven de buen corazón que decide unirse a la lucha tras sufrir un incidente por más traumático, Mother’s Milk y Frenchie se lanzan con todo para sacar a la luz quien es toda la “ropa sucia” de los “sups”.

Sangre, sexo, violencia, mucha violencia, más sangre, drogas y aún más violencia. No quiero spoilear nada, por lo que no describiré algunas de las escenas que te hacen decir “shit just got real”, sólo puedo decir que hay momentos en los que estos “héroes” hacen cosas extremadamente cuestionables, pero tan acostumbrados están, que después pueden sonreír a la cámara, echarle la culpa a alguien más y decir que buscarán evitar que vuelva a suceder, que te hacen cuestionarte todo en la vida.

Una buena serie para los que les gustan las historias un tanto oscuras, un tanto bizarras y un humor negro como el café que tengo a mi lado mientras escribo esto.

Y lo mejor, sí habrá una segunda temporada, y a pesar de que esto implicará que la historia podría ir más allá de lo que pasa en el cómic, pero viendo cómo salió la primera entrega, se tienen buenas esperanzas.

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