Fotografía: Especial

Reconocimiento del otro, importante para entender la migración: Julián Herbert

En ENTREVISTA Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- “El problema va más allá de la migración, tiene que ver con el otro, tiene que ver con el respeto que nos debemos como seres humanos”, asevera Julián Herbert, uno de los más reconocidos escritores mexicanos.

Para el acapulqueño el tema de la migración en México es complicado, sobre todo porque tiene varias capas de lectura.

Lo más difícil, dice en entrevista para LEVIATÁN, es el reconocimiento del otro en todos los sentidos, y agrega: “la narración de la historia es la que nos conecta”.

“No (es) nada más el otro como migrante, sino el otro son los niños, son las mujeres, es el que es de otro color, el que habla otra lengua”, dice a propósito de su reciente visita a Puebla para participar en el coloquio “De Juárez a nuestros días” con la conferencia Migraciones en México, en el Instituto de Administración Pública.

RECHAZO RACIAL

Como autor de La casa del dolor ajeno, texto que aborda la matanza de 303 migrantes chinos ocurrida en Coahuila en tiempos de la Revolución–, relata que la migración masiva de chinos a Estados Unidos, México y el Caribe en el siglo XIX fue un fenómeno cíclico relacionado a las diásporas.

Y a pesar de que la llegada de personas del país oriental no fue tan numerosas aquí (apenas una población de 700 chinos), sí que vino acompañada de un gran impacto económico que tuvo que ver con del tema de la inversión internacional en la ciudad del norte, donde se desarrolló un asidero de inversión, considera.

Explica que a raíz de ese desarrollo económico se generó una combinación de rechazo racial, incomprensión y envidia económica de parte de un sector de la burguesía.

“La idealización del gobierno porfiriano era que vinieran europeos a mezclarse con los indígenas; entonces, todo esto mezcla el idealismo racial con la envidia económica y la mitologización que generan un ambiente de violencia en medio de la Revolución Mexicana que de por sí ya había mucha violencia”.

VIOLENCIA, TRASFONDO DE POLÍTICA

Haciendo un símil entre el fenómeno en la época de la Revolución y la actual, el también autor de Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino sugiere que uno de los problemas es la visión idealizada de lo que puede ser la migración, que desemboca en la violencia. Aunado a ello la impunidad en México que, dice, es el trasfondo de todas las historias políticas:

“Si uno narra la historia de los chinos en Torreón que fueron asesinados por los poderes fácticos y luego echados en una fosa común y luego la investigación fue completamente retorcida para construir una verdad histórica, eso se relaciona también con Ayotzinapa”.

Finalmente, asegura que es la visión del mundo la que lleva a un país a relacionarse de cierto modo frente a diversos acontecimientos:

“No puedes pedirle tolerancia con los migrantes a un país que, por ejemplo, ejerce tanta violencia contra las mujeres; no es como que sean dos cosas separadas, forman parte de una misma visión del mundo, que es una falta de respeto y de compasión por el otro”.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE ENTREVISTA

Ir Arriba