Fotografía: Especial

De esto se trata #MujeresJuntasMarabunta

En ESPECIALES Redacción Leviatán

PUEBLA, MÉXICO.- Mujeres que trabajan en la cultura mexicana se organizaron en un acto de disidencia colectiva frente la normalización de la violencia que históricamente se ha inscrito en las editoriales a través de un movimiento posterior al #MeTooEscritoresMexicanos que, con propuestas definidas, denominan #MujeresJuntasMarabunta.

A través de un comunicado difundido en redes sociales, las promotoras de este movimiento explicaron que #MujeresJuntasMarabunta surge en medio de “una lucha más amplia emprendida desde hace décadas por mujeres que nos han enseñado algo fundamental: la violencia contra nosotras no es un hecho aislado sino sistemático que se reproduce a causa de la impunidad”.

Esta herramienta política que antes también dio origen al #MeTooEscritoresMexicanos se consuma ahora en nuevas exigencias

  1. Que los espacios culturales, ya sean públicos, privados o autogestivos, hagan un compromiso para revertir las violencias machistas a través de acciones concretas. Por ejemplo: ¿qué tal si antes de empezar un taller literario abres una discusión colectiva sobre cuál será la ética compartida para crear un espacio seguro entre todos? ¿Qué tal si las grandes editoriales como Pengüin Random House y Planeta, abren un Comité de Ética de Recursos Humanos que atienda las denuncias de acoso imparcialmente? ¿Qué tal si las editoriales en general diversifican sus equipos de dictaminación para que haya paridad?
  2. Que nuestros pares escritores y otros agentes culturales se involucren en este momento histórico a través de un ejercicio de autoanálisis, estudio y discusión profunda. Los invitamos a preguntarse urgentemente: ¿qué violencias los atraviesan? ¿De qué manera perpetúan una tradición de solapamiento? ¿Cómo reconfigurar las estructuras del mandatos masculino? ¿Pueden hablar de lo que les incomoda y duele de su propio ejercicio de poder?
  3. Que se haga efectiva la instrumentación de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el sector cultural a través del diseño, ejecución, difusión y cumplimiento de códigos y protocolos de conducta de carácter obligatorio para servidores públicos, prestadores de servicios y beneficiarios de programas del sector. Exigimos también el seguimiento de las denuncias legales ya hechas.
  4. Que se desarrollen políticas públicas para garantizar la paridad de género en los diferentes niveles de las instituciones culturales, así como en los jurados y selección de todos los concursos estatales y nacionales.
  5. Que se brinde orientación y acompañamiento tanto para mujeres como para hombres, por medio de talleres, documentos y cursos con perspectiva de género, a fin de evitar la desigualdad, los abusos de poder, los encubrimientos y pactos de silencio en los espacios culturales.
  6. Que se creen lineamientos para garantizar la seguridad de becarias y tutoras en residencias, estancias y encuentros organizados por institutos de cultura como, por ejemplo, el FONCA.
  7. Que todas las revistas y colecciones editoriales subvencionadas con recursos públicos incluyan por lo menos un 50% de autoras en sus catálogos.
  8. Que haya alternancia entre hombres y mujeres en los puestos de tomas de decisión.
  9. Que se desarrollen métodos para garantizar la seguridad de niños y adolescentes participando en talleres o actividades de promoción de la lectura.

Con este pliego de peticiones, las mujeres que trabajan en el ámbito cultural enfatizaron que esta misiva también es un llamado a nosotras mismas, a la sociedad, a las instituciones culturales y a los hombres! a exigirnos hacernos responsables en la construcción conjunta de una convivencia realmente igualitaria”.

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