PUEBLA, MÉXICO.- Pese a que hubo un par de décadas donde en México se perdió el interés por la creación y consumo del cómic, la cultura de esta tradición gráfica está resurgiendo en el país, más vívidamente en los últimos años.
Lo anterior gracias a los esfuerzo de nuevos creadores que, aun con las limitaciones, han impulsado este género literario, a decir de Ulises Vázquez Cortés, curador del Ficómics BUAP 2022, que se realizará del 2 al 4 de septiembre.
Voces de Vegeta e Inosuke estarán presentes en la Ficcomics BUAP 2022
En entrevista con LEVIATÁN, el también responsable de la Biblioteca Juvenil y Comicteca de la Dirección General de Bibliotecas BUAP, indicó que a nivel nacional el consumo de cómics es muy bajo a comparación de lo que están otros países como Japón, e incluso de lo que se vendía en las décadas de los años 50 y 60 en México.
Explico que el país gozó de una gran época para la cultura del cómic con el consumo de millones de ejemplares por semana, de sensacionales como Kalimán, La familia burrón o Phantomas, pero “venimos de una pérdida en el en el interés por este medio”.
La pérdida del interés, abundó, inició principalmente porque el cómic se enfrentó a diferentes medios que surgieron con las nuevas tecnologías, como la televisión, el internet y las redes sociales con los que ahora compite.
Dijo que a partir de la década de los 50 grandes productoras del medio fueron decayendo ya que, si bien había ciertos títulos que se vendían muy bien, había otros que no eran aptos para todo público y, en consecuencia, entre las década de los 60 y 80, hubo una generación de niños y jóvenes que perdió el mundo del cómic.
“No hubo esta generación de niños que siguieran comprando este tipo de obras, y al ya no haber otras publicaciones se perdieron a estos creadores y estas editoriales”.
Otro factor en contra es el económico, ya que el público principal de estos ejemplares son los jóvenes, quienes tienen una cantidad limitada de recurso, aunado a que los cómics se insertan dentro del mundo del coleccionismo, donde algunos números llegan a alcanzar grandes sumas de dinero.
A partir de la década de los ochentas comenzaron esfuerzos de grupos de autores por crear sus propias obras, con referentes como El Gallito Inglés en la que estuvo tanto Edgar Clement como José Quintero, y otros creadores locales de entidades del norte, pero con publicaciones ya no nacionales sino traducidas de Editorial Vid, como La muerte de Superman.
“(Estas) ya reavivaron el interés por de nuevos lectores por seguir este tipo de obras, y lo que vemos a raíz de eso es que se están dando por parte de autores y de pequeñas editoriales esfuerzos para publicar esta el talento nacional”.
Tras la extinción de algunas editoriales especializadas en el género, ha sido el interés de autores independientes el que ha mantenido viva la tradición del cómic en el país, con esfuerzos desde la autogestión y la autopublicación, además de algunos otros que logran colocarse en grandes sellos.
Vázquez Cortés dijo que últimamente nuevas plataformas han servido de apoyo para dar difusión a algunos de los creadores, ejemplo de ello la Webtoon que están utilizando creadores nacionales, algunos de ellos dando un paso del terreno virtual al papel, como es el caso de Jours de Papier.
“Son pocos los casos que llegan a esto, pero sí se están dando a las redes, están sirviendo para hacer cara a posibles lectores a potenciales compradores y clientes con los creadores”.