Fotografía: Especial

¿Qué le depara al teatro en Puebla en 2019?

En CAMALEONES Jaime López

PUEBLA, MÉXICO.- Su nombre es Eloy Castrillo, director de la compañía escénica “Alter EGO”, actor con más de dos décadas en las tablas locales, y creativo que, en 2018, formó parte de la adaptación poblana de la obra intitulada La excepcional familia barroco colonial de la Narvarte.

“Hay que buscar los espacios uno mismo” y “el problema de siempre, no de ahora, es cómo conectar con la audiencia” son algunas de las opiniones emitidas por el también alumno de Cristina Flores (fundadora de la carrera de Arte Dramático en la BUAP) al ser interrogado sobre el estado de salud del teatro hecho en Puebla.

En entrevista para LEVIATÁN, Castrillo mencionó que como en años anteriores los integrantes del gremio escénico estatal siguen luchando por partida doble: en primer lugar, para abrir o mantener abiertos nuevos foros; después, para formar públicos.

Resaltó que es difícil que alguien pueda vivir holgadamente del arte escénico, y que pocas compañías locales han logrado hacerse de un nicho, como son los casos de Talavera Cabaret o el grupo encargado de presentar Cuentos para no dormir.

Abundó que en Puebla existe una gran variedad de textos y propuestas, así como una saturación de espacios destinados al arte de artes, lo que complica un poco más el quehacer de los teatreros locales.

De la misma forma mencionó que no se han inaugurado espacios escénicos producto del apoyo gubernamental, sino al contrario, se han puesto trabas administrativas a los nuevos foros. Al respecto, señaló que por reglamentación no se permite ningún tipo de anuncio (lo que incluiría carteleras) en las fachadas de los edificios.

EL ESTIGMA

Sobre el estigma de que el teatro poblano es ninguneado por los espectadores debido a que no está integrado por actores “famosos”, el entrevistado respondió que dicho prejuicio sigue vigente.

Relató que las y los teatreros locales, en especial los inmersos en la escena independiente, siguen enfrentándose al problema de no tener ningún asistente en alguna de sus funciones, por lo que necesitan ocuparse en otras actividades para subsistir.

EXPECTATIVAS Y PROPUESTAS

Exhibir obras en las colonias populares, abrir nuevos foros en la capital para las compañías autogestivas o independientes, y “limpiar” las instituciones, son algunas de las propuestas hechas por el otrora director de Las embarazadas para las nuevas administraciones culturales de la entidad.

Respecto a la primera, el entrevistado recordó que la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco, incluyó dentro de sus promesas de campaña recomponer el tejido social a través de actividades culturales como el teatro, algo que apoya totalmente.

Pasando al segundo punto, Castrillo expuso que el actual CIS de San Javier albergó en su momento al Centro de la Búsqueda Teatral, una iniciativa comandada por Héctor Azar; se pronunció a favor de que los creadores autogestivos sean apoyados por las instituciones, pero sin clientelismos políticos de por medio.

Finalmente, con relación al último punto, manifestó que en el ámbito cultural existe gente que prácticamente vive de las becas otorgadas por las autoridades gubernamentales, así como artistas que nunca pueden acceder a ellas.

Por otro lado, señaló su deseo de que trabajen coordinadamente las dependencias encargadas de promover la cultura en la capital y el Estado, aunque reconoció que eso parece difícil, por la actual contraposición de visiones existentes entre el IMACP y la Subsecretaría de Cultura.

LAS MEJORES OBRAS DE 2018

Cuestionado sobre las mejores propuestas escénicas que vio durante 2018, el entrevistado mencionó tres: Llanero, Alphonse (de Soliloquios a escena) y Confesiones de una jaiba.

Sobre la primera, dijo que se trata de una obra “entrañable” y “sincera”, que se construyó desde la comunidad a la que hace referencia (los vecinos de San Jerónimo Caleras), y que conecta con la audiencia, sea o no fanática del balompié.

En tanto que Alphonse le agradó por lo “maravilloso de su texto”, así como por la “limpia” ejecución de su dramaturgia y las buenas actuaciones de su elenco.

Finalmente, Confesiones de una jaiba, de Joshua Sánchez, le hizo sentir empatía con su protagonista. Se trata de un monólogo íntimo en donde el intérprete va llenando el escenario con sus experiencias personales.

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