PORTUGAL.- Ana Martins, conocida por su nombre artístico Aheneah, es una artista de origen francés que realiza grafitis con textiles, a través de las técnicas tradicionales de costura como el punto de cruz o el bordado; haciendo de los espacios urbanos uno nuevo y dotándolo de identidad propia en Portugal.
Aheneah, explica que desde muy pequeña recuerda a su abuela y su madre pasando los fines de semana tejiendo y cosiendo, sin embargo fue hasta el bachillerato que tuvo su acercamiento al punto el cruz. “Un día, bastante cansada de todos los proyectos de clase y los deberes, pedí a mi abuela que me enseñara a bordar en punto de cruz. Al principio, hacía diagramas tradicionales en mantelerías, cosas que mi abuela había bordado siempre y antes mi bisabuela. Me gustaba mucho hacerlo hasta que me di cuenta del potencial de esta técnica.”
Estudiante de diseño gráfico, modificó la técnica llevándola fuera de la zona de confort de la casa hacia las calles, mientras en Portugal el arte urbano vivía su mejor momento.
Señala que para intervenir los muros con punto de cruz, utiliza lana de diferentes tipos o trapillo, dependiendo del resultado que busca, aunque resalta que la cantidad siempre depende del tamaño de la pieza, pero normalmente utiliza entre 600 y 800 metros.
“Normalmente utilizo punto de cruz, punch needle (o bordado ruso), tapiz y puntadas básicas de bordado. Mi proceso de trabajo es muy curioso. Siempre empiezo trabajando con el ordenador planificando el patrón. Soy más rápida trabajando así. Después, es el momento de coger las agujas y todos los materiales y hacer la producción manual. En algunos casos vuelvo al ordenador para retocar cosas.” expresa
Para lograr lo vemos plasmado en muros, Aheneah a menudo salta del mundo analógico al digital y viceversa. Como una primera parte, explica que analiza el reto o proyecto urbano que se le presenta. “Lo importante es hacer una pieza que encaje en el entorno, como voy a transmitir el mensaje gráfico de la mejor manera y como puede las técnica reforzar todos estos puntos.”
Afirma que después de terminar la pieza, se “esconde” para poder escuchar los comentarios. Debido a la técnica, la forma en la que la utiliza y los gráficos, ha llegado a audiencias de todas las edades.
“Los más mayores, que conocen la técnica y su historia y los jóvenes que relacionan los conceptos y se sienten atraídos por el impacto visual. Me alegra decir que la respuesta siempre es muy positiva y hay incluso un sentimiento de protección de la gente, quizá porque son piezas delicadas en medio de la calle.”
Aheneah cuenta con diferentes obras urbanas, hechas sobre madera, cemento, papel y tela. Para esta artista del grafiti, la obra más extraña, sin lugar a dudas, ha sido un perro de porcelana que se intervino con muchos pompones. Sin embargo concluye que debe separarse de cada obra concluida pues al estar en el exterior, éstas pueden sufrir algún cambio o bien desaparecer.
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