NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Venezuela se dirige hacia lo que académicos definen como la “fractura de la élite”, un proceso en el que los funcionarios más poderosos e influyentes se separan del gobierno para forzar cambios en el liderazgo, consideró el diario The New York Times en un reciente análisis.
De acuerdo con el influyente rotativo en inglés, Venezuela se hunde en el caos mientras aumentan los enfrentamientos entre manifestantes y muchos se preguntan: ¿Por qué la poderosa élite política y militar venezolana continúa apoyando a Nicolás Maduro?
La violencia profundiza una crisis de varios meses que ha estado marcada por la escasez de alimentos y medicinas, el colapso económico y los intentos de Maduro por consolidar su autoridad. En otros sistemas de gobierno esas presiones han obligado a las élites a generar cambios, consideró el periódico.
“El hecho de que no haya ocurrido en los últimos dos años es el enigma más grande de todos”, afirmó Steven Levitsky, experto en Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard. “Si sucede la próxima semana, todos diremos: ‘Sí, estaba destinado a suceder’”, añadió citado por el rotativo estadunidense.
Bajo la firma de Amanda Taub y Max Fisher, el análisis titulado “En el caos de Venezuela, las élites se juegan su supervivencia”, puntualizó que la violencia explotó –y a la fecha ha provocado 66 muertos- luego que Maduro convocó a una nueva Asamblea Nacional Constituyente con la que busca aferrarse al poder.
“Sin embargo, las divisiones empiezan a aparecer. Algunos funcionarios de las principales instituciones del país han comenzado a criticar las decisiones del gobierno de Maduro, haciéndose eco de la creciente insatisfacción de la gente y de la incapacidad del gobierno para silenciarla”, apuntó.
Anadió que “algunas acciones recientes, tanto de las élites como del gobierno, sugieren que consideran la posibilidad de una fractura. Se trata de maniobras en las que las apuestas son muy altas y potencialmente decisivas, pero cuyos resultados son inciertos”.
The New York Times explicó a principios de mayo que la fractura de la élite funciona como una suerte de juego en el que cada participante trata de averiguar lo que los demás jugadores están a punto de hacer.
Apuntó que “al ser leales a un gobierno fallido por demasiado tiempo, corren el riesgo de ser arrastrados por la debacle. Pero si rompen con el régimen mientras otros continúan apoyándolo, pagarán un alto precio por la deslealtad”.
Tal situación, subrayó, es tan vieja como la política misma. Recordó al filósofo griego Platón, quien escribió que una élite unida puede resistir a las protestas populares, pero cuando esa clase gobernante se fractura, “el poder puede cambiar de manos”.
Si las élites creen que han alcanzado la masa crítica para forzar un cambio de liderazgo, todos lo impulsarán de inmediato, señaló el análisis.
El diario neoyorquino destacó el caso de la fiscal general venezolana Luisa Ortega, quien condenó el accionar del Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea Nacional y lo calificó como una “ruptura del orden constitucional”. El máximo tribunal de justicia intentó apropiarse de las funciones de la asamblea.
Ortega no fue amonestada por sus críticas y el fallo fue revertido. “El hecho de que Luisa Ortega tomara esa posición y mantuviera su cargo es un signo de gran debilidad dentro de la camarilla gobernante”, manifestó Francisco Toro, experto en Ciencias Políticas que también es editor del sitio web Caracas Chronicles.
El análisis señaló que el “Ejército puede usar su poder para romper el estancamiento de los grupos de poder y, a menudo, tienen la legitimidad popular para conducir una transición” y en Venezuela hay quienes piden su intervención.
Los analistas del rotativo aseguraron que como una forma de jugar el fuego, Maduro “ha permitido que sus leales se beneficien de la corrupción y los privilegios, dándoles una participación financiera en la supervivencia del gobierno” como el acceso a los diversos tipos de cambio del bolívar, la moneda local.
“Al aprovechar las tasas oficiales del gobierno, que establecen un bolívar considerablemente más alto que el de la tasa no oficial, alguien con las conexiones adecuadas puede generar una pequeña fortuna en poco tiempo”, puntualizó.
Para el periódico, Venezuela también está cada vez más aislada en el plano internacional, por lo que los altos funcionarios podrían enfrentar sanciones extranjeras o incluso cargos criminales si permanecen leales y el gobierno cambia de líderes.
Al explicar las razones de la persistencia de Maduro en el poder, Levitsky citó la polarización ideológica como una fuerza poderosa, dado que persiste incluso entre las élites. “La deserción es más difícil cuando del otro lado está un tipo con el que no solo disentimos sobre la política fiscal, sino que es el enemigo”, dijo.
Por último, la escasez de alimentos y medicamentos en el país también podría proporcionar una oportunidad para los críticos dentro del gobierno.
Pero un cambio solo podrá suceder cuando las élites estén seguras de poder ganar, porque cualquier disputa sobre la lealtad ideológica se inclinará hacia el statu quo. Las reglas del juego todavía favorecen a Maduro, aunque el mismo juego no lo favorezca, finalizó el análisis.