PUEBLA, MÉXICO.- Dos largos años han pasado desde que dejamos nuestros salones en espera de un puente “descansador” por una extraña gripe. Pasaban las semanas y esa gripe evolucionó en contra nuestra. El sistema educativo se tuvo que adaptar y tomó la modalidad online para ofrecer el menor rezago posible. En poco tiempo nuestro mundo entero cambió y con él nuestra percepción de la voz. Sin duda la voz siempre fue un elemento sumamente importante en la sociedad, pero nunca había sido tan importante, pues nuestra privación de la presencialidad, nos arrebató la manera habitual de comunicarnos y nos dejó sólo dos cosas: la voz y la cara. Si antes eras atractivo por tu cuerpo atlético o por tu gran altura, ahora lo eras por tu poderosa voz o por una simétrica y proporcional cara. Además la modalidad online también permitió que las emociones y habilidades florecieran más.
DE PODER Y MASAS
“Voz” significa autoridad o fuerza, ese significado es el que más puede ser profundizado, pues el siglo XXI trajo consigo la modernidad como nunca antes, permitiendo que un ciudadano común pudiera hacer masiva una idea suya en pocos días, o incluso pocas horas. La pandemia puso de moda los ya de por sí famosos podcasts, los cuales permitieron a millones de personas expresar lo que sentían de una manera masiva. Además nuevas voces poderosas llegaron a los tops musicales y se convirtieron en la bandera de una generación deseosa por encontrar un cambio positivo en algo nuevo. Esta generación no busca métodos tradicionales, mi generación no pretende conformarse con hacer una petición al gobierno municipal y no hacer nada si el resultado es negativo; la Generación Z está dispuesta a hacer todo lo posible por un cambio positivo, haciendo uso de las redes sociales y la tecnología para lograr sus objetivos. Toda mi generación tiene ese deseo, pero pocos son los que se atreven a un cambio verdadero, a un cambio que no solo sea temporal, igual de efímero que una tendencia en Instagram. Los jóvenes hemos sido severamente dañados psicológicamente por la pandemia, pues una crisis de esa magnitud en una etapa de gozo y juventud sólo crea una sensación de escasez, tristeza, enojo, frustración y, sobre todo, afecta nuestro ritmo de crecimiento mental. A pesar de todo, muchos de nosotros hemos regresado a la presencialidad y estamos un paso más cerca de lograr una sensación de normalidad. La pandemia nos hizo veteranos en muchos sentidos y logramos forjar una generación más empática, más consciente de los problemas de los demás, y con mejor disposición para generar un sentimiento de inclusión. Muchos nos burlamos de videos o publicaciones bastante absurdas. Esto es conocido como “dar cringe”, lo cual traducido del inglés, pero un poco modificado por el contexto digital, significa vergüenza ajena. Estas publicaciones tienen esa intención, pues el humor surrealista es popular entre adolescentes, pero aun así, incontables mensajes o videos no son hechos con la intención de ser una comedia vergonzosa. Las tendencias ahora se enfocan en TikTok, una exitosa red social de origen chino cuya presencia en el mercado digital absorbe a los jóvenes. Esta red es especialmente atractiva por presentar contenido variado en clips de no más de tres minutos y es una herramienta reconfortante para erradicar el estrés o la ansiedad. Sin embargo, la naturaleza política del ser humano ha provocado que muchos jóvenes hagan videos quejándose de situaciones sociales en su país o localidad. Varios lo hacen bien, otros son ambiguos o demasiado específicos y algunos consiguen un cambio. Más allá de esto, lo más rescatable es la intención de comunicar una necesidad. La necesidad de comunicar evoluciona y mejora: algunos mensajes son superfluos, pero otros tienen la intención de lograr algo profundo. Hay jóvenes talentos capaces de influir positivamente a las masas, pero esto no se logra con el activismo superficial, sino con el intento reiterado por socializar algunas propuestas para los problemas que nos aquejan. Quizás, después de varios intentos, podamos encontrar una solución.
LA VOZ FÍSICA
¿Qué es mejor: tener un profesor con voz de niño o tener un profesor con una voz poderosa? La respuesta es obvia, pues un profesor con voz de niño probablemente tendrá problemas para mostrar su autoridad cuando sea necesario; por el contrario, la labor será más fácil para un profesor con buena voz, pues nuestra sociedad nos moldeó para respetar un buen timbre. La voz nos dice muchas cosas de las personas, como su confianza, su autoestima o si habla mucho o poco. El timbre siempre es el mismo después del cambio adolescente, pero múltiples factores la cambian ligeramente durante el día a día. De esta manera, una persona con una voz fabulosa podría ser perjudicada si su timbre está dañado por haber gritado demasiado el día anterior. Quizás pueda desmotivarlo en una cita amorosa. Aquí es donde entra el juego de la atracción y seducción, pues una buena voz ayuda mucho para conquistar al objetivo. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué es aquello que nos atrae de una voz poderosa o reconfortante?. Recientemente recordé algunas conversaciones que tuve con un amigo sobre este tema. Yo le decía durante una clase de historia, que una buena voz le da a un hombre una apariencia más viril y cumplen, en el papel, cierto estándar de masculinidad. Él y yo discutimos y llegamos a una conclusión: la voz ayuda en la seducción, pero no lo es todo, porque no respondemos a conductas sexuales primitivas; en la seducción intervienen muchos factores. El proceso de formación de una pareja incluye aspectos como la inteligencia o la sensibilidad.
EL LUGAR QUE NOS CORRESPONDE
La voz es una herramienta espléndida, puedes mover masas con ella, inspirar a tu equipo con ella e incluso conseguir pareja, pero también tiene un lado negativo. Si le damos mal uso al poder de la voz, puede suceder que algo termine siendo vox populi aunque sea falso como la creación de mitos y leyendas urbanas altamente perjudiciales para el bienestar social. Uno de los mayores ejemplos sucedió en México durante 1995. Durante este año, incontables reportes sobre una bestia que desangraba a animales de granja aparecieron en noticiarios y se creó una sensación de pánico colectivo. Al final la leyenda del llamado “chupacabras” se disolvió con el tiempo y sólo dejó recuerdo en el imaginario colectivo mexicano; incluso el fenómeno llegó al cine. Muchas personas consideran que el chupacabras fue una cortina de humo para distraer a la gente de los problemas del país. En esos años ocurrió el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el levantamiento en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, entre otros.
La voz y su poder ha servido para motivar a cambios sociales o para manipular a países enteros, como ha sucedido con los dictadores. El punto central es que podemos usar nuestra voz, aprovechar los nuevos medios, para ser la generación que cambie muchas cosas a favor de la humanidad. Dejemos de lado el activismo superficial, si quieres publicar algo está bien, pero más que nada actúa. Las hojas de registro en los voluntariados están abiertas, ¿qué esperamos? Sólo es cuestión de tiempo para que el mundo sienta nuestro poder. A diferencia de los otros poderes, él nuestro será a favor del cambio. Si todos juntamos nuestras voces en una sola, no habrá mal que nos pueda detener. Hay que usar la voz, usa el poder de tu voz, pues como dice el dicho: “Tiempos difíciles crean hombres fuertes”. Seamos esos hombres fuertes y que nuestra voz sea nuestra motivación.