PUEBLA, MÉXICO.- La negación a la libertad de expresión ha sido una constante en México, más aún en los últimos años donde desde el discurso oficial se ha limitado su libre desarrollo y en el que han ocurrido mayores ataques a la prensa.
Así lo señaló recientemente Leopoldo Maldonado Gutiérrez, director regional para México y Centroamérica de Artículo 19, al presentar el Informe Anual 2021 de Artículo 19 “Negación”(https://bit.ly/3z3oEIo), como parte de la Cátedra Ellacuría, organizada por el Instituto de Derechos Humanos “Ignacio Ellacuría”, SJ (IDHIE) de la IBERO Puebla y el Portal de Transparencia Con los Ojos Abiertos.
A decir de Maldonado Gutiérrez, fenómenos como la crisis de desapariciones, los feminicidios y los contagios del Covid-19 son ejemplos de que el Estado suprimió la transparencia en favor de mantener un discurso oficial.
Como revela el informe, dicha negación se traduce en “desinformación oficial, estigmatización pública de la prensa, discrecionalidad en la asignación de la publicidad oficial, engaños en el sistema de transparencia, violencia contra la prensa, brecha digital, y violaciones a los derechos humanos, que vulneran la libertad de expresión”.
Y es que a decir de la misma organización, durante 2021 se registraron siete asesinatos y un total de 644 ataques contra la prensa, vinculados al ejercicio periodístico; es decir, un promedio de un periodista agredido por su labor cada 14 horas.
Además, en los tres años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador suman ya mil 945 ataques contra la prensa, 33 asesinatos de periodistas y 2 desapariciones. Los números se pueden comparar con el gobierno de Enrique Peña Nieto, donde se registraron, en el mismo periodo de tiempo, 15 asesinatos y mil 053 ataques.
Más aún, en lo que va del año un total de 11 periodistas han sido asesinados en México.
Maldonado Gutiérrez indicó que la principal estrategia gubernamental y política desde el gobierno federal y otros actores políticos, ha sido “la disputa narrativa, el uso y manipulación de la información”.
“Esa negación trae consigo la falta de acciones pertinentes en materia de derechos humanos, esa negación pone en entredicho la capacidad de reacción de las instituciones del estado”.
En ese sentido, vinculó la falta a la libertad de expresión con los niveles de violencia que se viven actualmente en el país, los cuales consideró que no son propios de una sociedad democrática.
“Ni la censura, ni la impunidad, ni la violencia que se está viviendo son compatibles con la aspiración democrática que tenemos hoy y que seguiremos manteniendo vigente”.
