Fotografía: Magdiel Olano

“Reconstrucción”, una novela para enfrentarse a la incertidumbre: Alejandro Badillo

En ENTREVISTA Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Hace cuatro años el escritor poblano Alejandro Badillo comenzó, desde la ficción, un viaje por un mundo distópico donde caminar hacia el futuro lleva a una vuelta al pasado. Esa historia, terminada en 2018, ahora se materializa en Reconstrucción, su más reciente novela publicada bajo el sello de Ediciones de Educación y Cultura (EyC).

Reconstrucción es una novela-ensayo en la que a través de la mirada del personaje principal se invita a la reflexión sobre cómo la sociedad actual, inmersa en las tecnologías, percibe el mundo.

En entrevista con LEVIATÁN, el docente, ensayista y crítico literario señaló que la obra propone una interrogante al lector para “sacarlo del juego” que habitualmente ponen los medios y la narrativa convencional sobre el futuro y la ciencia ficción. Luego, lo plantea desde otra mirada: “¿qué pasaría si ni siquiera nos van a dominar los robots porque ni siquiera van haber los materiales para fabricarlos?”.

Inscrita en la narrativa de la “obsolescencia programada” –la acción intencional que hacen los fabricantes para que los productos tecnológicos dejen de servir en un tiempo determinado–, la historia se desarrolla cuando el personaje principal inicia un recorrido por una realidad alterna en búsqueda de reconstruir nuevas versiones de la realidad.

A decir del propio autor, el texto tiene el “componente alegórico y simbólico” de abordar el tema de la “desesperanza de vivir un presente indiferente”.

Esta propuesta de ciencia ficción de Alejandro Badillo busca alejarse  del “lugar común” al que recurren los autores del género y proponer una obra alejada del status quo, apegada al realismo.

“Intenté llevar la ciencia ficción a términos más híbridos que se mezclen con el libro de viajes, con la narrativa ensayística y con una novela que no parece novela (…). Estamos acostumbrados a pensar de manera inmediata y nunca en un futuro que se está acercando cada vez más a nosotros, (se dice que) este es nuestro futuro y si el futuro ya lo estamos viendo ¿que hay más allá?”

¿Cómo se desarrolla Reconstrucción?

Es una novela donde un personaje hace un recorrido dentro de un lugar imaginario que podría ser un futuro, pero más que un futuro es una realidad alterna, una especie de universo paralelo. Él comienza a explorar y ve rastros de antiguos documentos olvidados (…), en un principio comienza a registrar lo que ve en lo más cercano que tiene a la tecnología que es una computadora, pero se le empieza a acabar la batería y regresa a escribir en papel (…). Lo que yo intento describir es cómo este personaje regresa a un pasado, o sea que el futuro en realidad es el pasado, aunque no igual.

¿De dónde surgió la intensión para escribirla?

Inicialmente la idea fue la “obsolescencia programada”, dónde estamos guardado la información ahora, porque tenemos esta confianza y creemos que todo lo que registramos se va a mantener así para siempre (…); comencé a pensar qué pasaría si esa memoria se fuera perdiendo. A partir de eso construí un personaje identificado con nuestra época (generación del 77) quien, sin alguna razón aparente, comienza un viaje en este universo alterno: una ciudad amurallada donde la gente no sabe ni está interesada en saber qué hay atrás y sólo viviendo un presente sometidos a las mismas rutinas (…). Me enfoqué en cómo sería este futuro, no de Apocalipsis como nos venden en las películas, sino un declive gradual que no causa un colapso brutal pero sí hace que la gente viva como hace cien años.

Hablas de un pasado que se vive en el futuro. ¿Dirías que la narrativa se inscribe en estas teorías donde el tiempo no es lineal sino cíclico y el futuro interfiere en el pasado, el presente, y viceversa?

Efectivamente, creo que hay una idea cíclica. Es conocido y documentado esta especie de auge y caída de las civilizaciones, entonces algo de lo que intento hacer reflexionar es sobre este vicio de la modernidad que nos creemos muy especiales y que el mundo que conocemos se va a mantener así, aunque en realidad solamente somos un pedacito dentro de una historia más larga.

Mi visión es cíclica en el sentido de que esta distopía no va a ser marcada por la tecnología sino lo contrario, que vamos a ir para atrás en esta especie de “regreso al pasado”; en este futuro distópico no va a haber mucha conciencia de lo que pasó antes y la gente va a estar en una especie de limbo.

¿Este personaje sería una alegoría de nuestra sociedad actual?

Yo creo que sí. Este personaje que es una especie de espejo de nosotros, alter ego colectivo, confía primero en su memoria a la máquina, la computadora, pero después se da cuenta que es imposible y no tiene manera de conectarse, cuando decide emprender este viaje al interior de su país simbólico y empieza a escribir a mano, y en la escritura se va contaminando de sus dudas y también de las cosas que va encontrando como diarios de otros viajeros, que podrían ser antecesores de él o él mismo en un tiempo pasado que está recolectando huellas que dejó para sí mismo.

¿Por qué la titulas Reconstrucción?

Sería una crítica a esta versión de la realidad que nosotros tenemos y esta lucha constante que tenemos por “reconstruir” algo sabiendo que es una batalla perdida, pero que aún así lo intentamos (…). Toda la novela es la lucha por conseguir la versión más adecuada, siempre está corrigiendo y tratando de acercarse a esa verdad. El personaje siempre está en esa lucha por ver qué fue lo que pasó en este país y tratar de construir múltiples versiones que hay, aunque al final se ve que es una batalla perdida.

En la novela haces una crítica del mundo actual. Si pudieras reconstruir la realidad, ¿cómo lo harías?

La novela es abierta y no plantea un tipo de solución, sólo un escenario que pretende escaparse del lugar común, de estos discursos narrativos que nos plantean. Hablando de una opinión más social sería una lucha por la colectividad, que se ha estado planteando por varios autores; primero dejar de creer en el espejismo de crecimiento infinito, un sistema económico basada en la explotación indiscriminada de recursos humanos y materiales. Sería apostar por la comunidad, por un sistema más horizontal y no vertical, y la lucha por conservar lo humano a partir de este mundo individualista., algo de lo que he leído y estoy de acuerdo.

EL APUNTE

La obra se puede conseguir en la librería de Profética, Casa de Cultura,  El Sótano, Fondo de Cultura Económica, en las librerías de la BUAP y en línea a través de la página oficial de la editorial.

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