PUEBLA, MÉXICO. Hay que apreciar la réplica de la Capilla Sixtina en Puebla no sólo desde el punto de vista arquitectónico, ya que es una obra obra de arte impresionante, sino que también habría que tomar en cuenta la simbología que conlleva, así lo consideró la periodista mexicana Valentina Alazraki, quien ha podido conocer de cerca el fervor de la grey católica desde el Vaticano.
Durante su visita a la réplica de la Capilla Sixtina, la también escritora coincidió con los organizadores de esta exposición al decir que es “un gran privilegio para todas aquellas personas que no pueden viajar al Vaticano y no pueden ver esta obra única en el mundo”.
Tras ello señaló que la fe del mexicano no sólo es un factor de religiosidad popular sino que es un símbolo de unidad nacional.
En entrevista al interior de la réplica instalada por el par de empresarios Berumen, donde se llevó a cabo una firma de autógrafos por su libro “Un viaje al corazón de la fe”, mencionó que la religiosidad popular en México se vive con un ánimo particular, logrando generar una unidad nacional.
Más aún, la fe del mexicano se expresa en la figura de la Virgen de Guadalupe, que está presente en la cotidianidad de los connacionales, más allá de que sean seguidores de la religión católica o no, dijo la reportera que ha visto pasar a cuatro líderes de la iglesia Católica —Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto 16 y Francisco—.
“La fe del mexicano es una religiosidad popular muy grande (…). Yo creo que la Virgen de Guadalupe es el principal factor dentro de la religiosidad mexicana porque es un símbolo no sólo religioso diría yo, creo que es un símbolo de unidad nacional porque en todos los momentos de la historia Guadalupe ha estado al lado de todos los mexicanos y hay gente que a la mejor no es creyente católica pero es guadalupana”.
Alazraki señaló que su libro es una especie de guía turística donde describe los lugares típicos que los peregrinos pueden ver pero también todos aquellos a los que la gente no tiene acceso. Además, en su obra recuerda lo que ha pasado en estos 45 años que de haber cubierto en el Vaticano.
Ésta, dijo, ha sido una experiencia profesional y humana única porque ha constatado los cambió dentro de la Iglesia y también muchos cambios que esta religión propició en el mundo.