PUEBLA, MÉXICO.- “Sin asombro no hay veneración”, es la premisa sobre la que caminan los personajes de Orange Road, libro del mexicano Isaí Moreno, a través del cual hace una reflexión sobre la función de las sectas en la sociedad.
La obra publicada por Nitro/Press y la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán (2018) describe la travesía de la Hermandad del Éter, “una secta religiosa de corte milenarista apocalíptico que se retira a las inmediaciones de Orange Road, una carretera internada en el desierto bajo el sol ardiente en la que se adentran para planear un atentado terrorista”.
De acuerdo con Moreno la idea de la novela surge de querer explorar su pasado, ese que recuerda cuando se ciñó a una secta tras volverse escéptico al Creador, tal como sucede con su personaje principal, Luis.
En ese sentido, y en torno a la “búsqueda” que tiene la secta de Orange Road, el escritor Yussel Dardón mencionó durante la presentación de libro que a lo largo de la novela, Orange Road se convierte en un evangelio, llevado así de la mano del personaje principal.
A la par hizo referencia a la atmósfera de la novela, el acercamiento con el atentado del 11-S que sugiere la historia y a la trascendencia (“trascendencia efímera”) que busca la secta que transita por Orange Road.
Por su parte, el autor señaló: “Yo creo que la revelación es cuando llegas a ese estado del alma en el que es imposible seguir ahí, suele pasar con la gente que llega a estos estados de vacío de (…) ese vacío, esa luz que están buscando en realidad es insoportable”.
Isaí Moreno sentenció que sin asombro, ese necesario para la veneración, no hay arte ni ciencia ni tampoco religión, “sin esta capacidad de asombro no hay arte, como tampoco hay ciencia, y por lo tanto así también debiera funcionar la religión”.
Cabe destacar que con voz modesta mencionó que se había “robado” aquella frase (“Sin asombro no hay veneración”) de la charla de unas jóvenes en el transporte.
EL APUNTE
Orange Road fue merecedora del Premio Nacional de Novela Corta “Juan García Ponce” (2016), según la determinación del jurado fue que “Orange Road traslada mediante un estado hipnótico a un recorrido para el cual nadie nunca está preparado.”
