Fotografía: Especial

Cassandro “El Exótico” disfruta de compaginar lucha libre con actuación

En ENTRETENIMIENTO Notimex

MÉXICO.- A sus 48 años de edad, Saúl Armendáriz, mejor conocido como Cassandro “El Exótico”, asegura que luego de varios años de altibajos en su vida, los sacrificios que ha hecho están rindiendo frutos al poder compaginar su pasión por la actuación con la lucha libre.

Cassandro “El Exótico” es hoy en día uno de los luchadores profesionales más asediados por los realizadores para protagonizar lo mismo series de televisión que documentales, incluso asegura ya tiene ofertas para actuar en películas de ficción.

“Tengo 30 años de trayectoria en la lucha profesional y desde 2010 empecé a filmar documentales, a hacer cosas distintas. Las cámaras y yo nos llevamos bien, entonces no fue muy difícil grabar”, aseguró.

Sonriente y portando un pantalón color negro, camisa roja con negro y tacones, el luchador profesional compartió que la actuación la aprendió de manera natural sobre el ring, “porque juegas con las emociones del público y actúas. Los haces reír y llorar, de repente metes una jotería y la gente lo disfruta. Creo que la lucha libre es un poquito de actuación”.

Su historia de vida atrajo la atención de la realizadora franco-estadunidense Marie Losier, a quien el luchador homosexual conoció en Xochimilco, en la Ciudad de México.

“Ella estaba haciendo entrevistas para otro proyecto y cuando me tocó mi turno demoramos mucho porque conectamos. Me dijo: ‘tu vida es muy interesante, llena de color, de trauma, dolor y también de muchos logros’, y así fue como comenzamos a trabajar en el documental sobre mi vida”, indicó.

Rodada en 16 milímetros y en idioma inglés principalmente, el documental se adentra en el círculo íntimo de Cassandro, quien durante su vida sufrió abusos sexuales, discriminación y pasó años siendo adicto a las drogas y al alcohol.

Al respecto, el también activista originario de El Paso, Texas, sostuvo que ha sido difícil exponer públicamente los altibajos de su vida.

“Yo quería ser transparente, sabía que tenía que abrirme a hablar de mis lastimaduras, lo que yo sufrí, lo rudo que yo sufrí, lo técnico que sé de la lucha libre”, apuntó. No obstante, dijo, el documental titulado “Cassandro, El Exótico” es “una historia muy bonita con un mensaje sobre fortaleza, las caídas, sobre cómo se levanta uno y se vuelve a caer”.

“Es como la lucha libre pero de la vida (….) se habla de la drogadicción, la recuperación, las terapias a las que he sido sometido, de las ocho cirugías que me han hecho y los clavos en las dos piernas, etcétera”, indicó Armendáriz, quien se recibió como Administrador y Asistente Médico.

De acuerdo con el luchador profesional, debido a las lesiones y a que Dios le ha dado la oportunidad de dedicarse al Séptimo Arte y a dar conferencias, son las menos veces las que sube al ring, aunque reconoce que cuando lo hace lo disfruta muchísimo.

“Ahora me dedico más a entrenar a otros luchadores, a nuevos valores, ya no me subo tanto al ring”, señaló Cassandro, quien el próximo 9 de noviembre tendrá una lucha en la Arena San Juan Pantitlán. Saúl se reinventa cuando asume el rol de “Cassandro, El exótico”, personaje que le a permitido no solo llegar a Cannes con este documental sino tener exhibiciones de lucha libre en el afamado Museo Louvre, en París. Y no solo eso, sino que próximamente estará filmando una serie con una reconocida plataforma estadunidense y lanzará un libro sobre su historia, escrito por Bryan Allen Fierro y él mismo.

Entre las satisfacciones que ha tenido con la proyección de la película sobre su vida, indicó que ha sido para él una medicina de sanación.

“También se me han acercado personas a agradecerme por cambiarles el pensamiento, vienen señoras y jóvenes que se identifican conmigo, sobre todo a la hora de aceptar ante la sociedad su homosexualidad”. Él se acepta como homosexual pero al subir al ring se transforma.

“Ahí tiene que salir mi lado macho, porque tengo que enfrentarme a los luchadores rudos. Para nosotros los exóticos fue muy difícil que nos aceptaran, pero ahora ya nos reconocen como luchadores profesionales.

“Fui el primer exótico en ganar un campeonato mundial en 1992 pero antes en el 91 fui el primer exótico en pelear contra El Hijo de El Santo por el campeonato mundial”, compartió con gran emoción el luchador, para quien su homosexualidad nada tiene que ver cuando sube al ring.

A decir de Saúl, Dios es quien le ha permitido cumplir sus objetivos y se asume como un instrumento de Dios pese a que de niño muchas personas lo lastimaron diciéndole que se iba a ir al infierno.

“Mi vida si ha sido por momentos un infierno pero eso no me ha detenido y he seguido adelante”, apuntó. Además del evento de lucha libre que tiene programado para el 9 de noviembre próximo, Saúl Armendáriz visitará la Ciudad de México para presentar en la Cineteca Nacional su documental, el cual estará en exhibición del 3 al 10 de noviembre.

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