PUEBLA, MÉXICO.- Dos vagones del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM) en Puebla viajan a la Ciudad de México para participar en una exhibición que forma parte de las celebraciones del 109 Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana.
Con pesos de 13.9 y 16.3 toneladas, el par de coches que forman parte de la colección del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, fueron trasladados hasta la CdMx para ser colocados en el Zócalo de la capital.
Sacar los vagones de su entorno habitual y ubicarlos en un contexto como el Zócalo de la Ciudad de México, a donde llegaron por primera vez en la historia, mantiene un sentimiento de nostalgia a la par que “hace un recordatorio de la memoria y permite apreciarlos de otra manera”, a decir de Teresa Márquez Martínez, directora del MNFM.
De muchas maneras el ferrocarril fue formador de la trinidad tecnológica en México al ser la primera industria que se dispersó por todo el país, destacó en entrevista televisiva para el Canal 22.
Teresa Márquez apuntó que los ferrocarrileros son un gremio muy fuerte y con una identidad muy grande, pues la historia de los ferrocarriles también habla de la historia ferroviaria mexicana lo que es un gran aporte a la diversidad cultural de México.
La directora del museo aseguró se tiene la capacidad para hacer sin riesgos el complejo movimiento que tardó cerda de 12 horas : “esa es nuestra tarea, queremos demostrar que tenemos capacidad para hacer estas salidas y esta presencia en la sociedad sin correr riesgos ni para nosotros ni para el ferrocarril”.
Se trata del Coche Express NM 7858-Vía angosta, construido en 1925 por The Baltimore Company en Estados Unidos, éste fue asignado en 1930 al servicio de transporte de pulque,luego de 1936 se le marcó con el letrero “Servicio de leña”, después pasó al servicio de campamento y finalmente se le habilitó para el servicio de express-correo.
El otro se es el Coche de pasajeros segunda NM 966-Vía angosta, construido por Ferrocarriles Nacionales de México en los Talleres de Nonoalco DF en 1935. Característico por su cuerpo construido en madera, esta unidad fue utilizada para el transporte de pasajeros que pagaban precios reducidos y dio servicio en el ramal Oriental–Teziutlán, localizado en el estado de Puebla.
