México, 29 Nov (Notimex).- Con la premisa de que en la época novohispana se comprendió al indio desde la unidad y diversidad, las historiadoras Clementina Battcock y Berenise Bravo Rubio presentaron el libro “Mudables representaciones. El indio en la Nueva España a través de crónicas, impresos y manuscritos”, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La obra se compone de una introducción y ocho capítulos escritos por diversos investigadores nacionales e internacionales, provenientes de instituciones como el INAH y las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), de Columbia (Nueva York) y la Sapienza (Roma), destacó el instituto en un comunicado.
Berenise Bravo Rubio, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), destacó que la obra profundiza en el papel del indio y su percepción por diferentes personajes, como la fuente eclesiástica o la de funcionarios reales.
“Mudables representaciones”, como se titula el libro, hace referencia a cómo estas figuras cambiaron del siglo XVI al XVIII.
Por su parte, la historiadora Clementina Battcock, de la Dirección de Estudios Históricos (DEH), explicó que en el siglo XVI la imagen que se mantuvo en la Nueva España era la del indio vencido tras la conquista, aunque a finales del mismo aparece la del noble, quien incluso se convierte en un agente político con participación en cuestiones jurídicas.
Bravo Rubio expresó que la concepción cambiaba según los contextos, ya que no pensaba lo mismo los oidores de la Real Audiencia que los eclesiásticos.
Para la iglesia, el indio se transforma de idolatra a infante que necesita protección del clero, aunque también suele hacer enojar a los obispos, convirtiéndose en los “bárbaros indómitos”, que no entienden de la fe cristiana.
En el siglo XVII, explicó Battcock, el indio es visto desde diferentes acciones y negociaciones; cambia, sin ser algo estático o sin ningún tipo de razón.
Berenise Bravo consideró que siempre se habla del indio como un ser monolítico, concepto mudable hasta el siglo XIX, con el decreto de 1821 en el que se prohibió la distinción de razas; desde ahí cambia la percepción sobre él y pasa a ser sujeto de atención de los políticos en turno.
Clementina Battcock sostuvo que la idea del indio cambia hasta el siglo XX, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas, cuando se crearon instituciones como el Instituto Nacional Indigenista o el propio INAH, etapa donde hay una nueva mirada hacia este sector de la población mexicana.
El libro se complementa con la versión de intermediarios culturales como frailes, oidores, arzobispos y cronistas que hablan sobre el indio.