PUEBLA, MÉXICO.- Casos como el de Mara Fernanda Castilla, así como el creciente número de feminicidios y asesinatos violentos de mujeres que se han dado en los últimos meses en el estado de Puebla, motivaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a presentar una nueva solicitud para que se emita la alerta por violencia de género en la entidad.
La solicitud fue entregada el pasado viernes 20 de octubre ante el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) el cual analizará la viabilidad de la misma, y después la turnará Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia en contra de las Mujeres (Conavim) para que se inicien los procesos correspondientes.
La postura de la CNDH para solicitar la alerta no fue sorpresiva, pues desde julio pasado había manifestado la necesidad de que se emitiera este protocolo de seguridad en el estado, pues en la discusión que tuvo el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres fue el único organismo que votó a favor de que se lanzara esta alerta.
“No nos satisfacían las acciones que se venían realizando, la violencia sigue dándose, más allá de la voluntad política hay que traducirlo en acciones que eviten la violencia en contra de las mujeres” recordó el ombudsman Luis Raúl González Pérez en entrevista dada en la ciudad de Puebla, en donde explicó las razones detrás de esta nueva solicitud.
Comentó que la idea es que se reconozca que hay un problema de violencia de género, y que se tomen acciones en coordinación para atenderlo, pues aunque en julio se negó la alerta en la entidad la situación de las poblanas no ha mejorado.
“Las condiciones no han variado desde que hicimos el voto disidente, la violencia se ha mantenido, yo creo que el caso de Mara nuevamente puso en la mesa la discusión de la violencia en contra de las mujeres” reflexionó el presidente de la CNDH.
Sin embargo, enfatizó que este tipo de medidas no buscan “agredir” a ninguna autoridad o generar confrontaciones, sino que por el contrario se pretende generar un mecanismo de coadyuvancia para combatir esta problemática.
Además comentó que el exhorto que aprobó el senado el pasado jueves para pedirle a la CNDH esta nueva solicitud (https://leviatan.mx/2017/10/
Es más, pese a que la petición de los senadores era que la solicitud de alerta fuera por las desapariciones de mujeres, González Pérez explicó que se optó por acusar violencia feminicida, pues esto abarca todos los tipos de agresiones que sufren las poblanas.
LAS SOLICITUDES
La discusión de la alerta de género para el estado de Puebla inició desde hace más de dos años, sin que a la fecha los esfuerzos que se han hecho hayan logrado que se emita este protocolo de seguridad.
En septiembre de 2015 los diputados locales presentaron un oficio a la Comisión de los Derechos Humanos del Estado (CDH) para que, en ejercicio de sus facultades, solicitara la alerta de género para la entidad.
En respuesta a esto, la Comisión realizó un estudio acerca de las condiciones de seguridad de las mujeres en el estado, y para diciembre concluyó que “no existen elementos objetivos para ello, ni se reúnen los requisitos para tal solicitud. Sin embargo, advierte la necesidad de que las instituciones públicas, incluido este Organismo de Derechos Humanos, fortalezcan sus acciones de prevención y protección de los derechos humanos de las mujeres”.
Meses después, en marzo de 2016, el Instituto Mexicano de Psicología Jurídica y la organización Todos para Todos, A.C., presentaron de manera separada solicitudes para la emisión de la alerta de género, las cuales fueron acumuladas en un sólo proceso.
En las semanas siguientes se llevó a cabo la conformación del equipo de trabajo que se encargó de analizar la situación de violencia de género en la entidad, el cual fue presentado el 28 de junio del mismo año.
En el informe se contenía un pliego de 11 recomendaciones que debían ser cumplidas por las autoridades estatales en un plazo de seis meses para evitar la emisión de la alerta de género, las cuales contenían desde la creación de campañas de concientización, reformas legislativas y hasta la creación de unidades especiales de investigación.
Le correspondió al gobierno de Rafael Moreno Valle ejecutar estas acciones y fue hasta mediados de enero de este año cuando se notificó a la Conavim las acciones tomadas para cumplir con las recomendaciones.
Al equipo de trabajo y al Sistema Nacional les tomó otros cinco meses hacer el estudio del informe presentado por el gobierno del estado, y aunque se determinó que no se cumplió con todo lo que se había recomendado, se decidió no emitir la alerta de género.
Parte del argumento para esta negativa es que “considerando la naturaleza estructural de las propuestas planteadas por el grupo de trabajo, así como la del contexto y circunstancias específicas de carácter cultural, social y económico que limitan el ejercicio cabal de los derechos humanos de las mujeres, en razón del género (…) el cumplimiento total de dichas medidas exige un plazo mayor al establecido”.
Es decir, se reconoció que no se cumplieron todas las recomendaciones, pero que dado el corto tiempo que se dio -que es el mismo que se le da a todos los gobiernos cuando se inician procesos similares-, se consideró que las acciones tomadas para satisfacer las exigencias inmediatas eran suficientes por el momento.
Pero esto no implica que el proceso esté cerrado pues en el segundo resolutivo del acuerdo emitido el 7 de julio se indica que de manera textual: “Por el momento, no se actualizan elementos objetivos suficientes para declarar procedente la alerta de violencia de género contra las mujeres en el estado de Puebla. No obstante lo anterior, en un periodo de seis meses la Conavim valorará las acciones que continúe ejecutando el gobierno estatal, hasta el total cumplimiento de las mismas”.
Esto significaría que para enero se haría una segunda evaluación para determinar el avance en el cumplimiento de los puntos que quedaron pendientes, los cuales fueron incluidos en un nuevo pliego de ocho recomendaciones que se emitieron para el gobierno de Puebla.
