- Este operativo representa un paso importante hacia la construcción de una red carretera más segura, en beneficio de quienes transitan por el estado de Puebla.
ACAJETE, PUEBLA.- Con el objetivo de reforzar la seguridad en las carreteras y brindar protección tanto a familias como a transportistas, el gobernador Alejandro Armenta puso en marcha el primero de cinco “Paraderos Seguros” sobre la Autopista México-Puebla, como parte de un operativo coordinado entre los tres órdenes de gobierno y la iniciativa privada.
Durante la inauguración, el mandatario estatal explicó que esta estrategia surge como respuesta a las inquietudes expresadas por empresarios y ciudadanía en las mesas diarias de seguridad, donde se identificó la urgencia de mejorar la vigilancia en las rutas de tránsito más utilizadas. Los paraderos estarán ubicados estratégicamente desde el municipio de Esperanza hasta Santa Rita Tlahuapan.
“Se trata de un esfuerzo alineado a la estrategia de seguridad nacional de la presidenta Claudia Sheinbaum, que no sólo busca reducir la delincuencia, sino también garantizar el desarrollo humano y social de las comunidades”, destacó Armenta.
También informó que tras una revisión estatal, el 70% de los corralones en Puebla se encuentran fuera de regulación, por lo que se procederá a clausurar aquellos que operen como centros de saqueo contra transportistas.
El coordinador estatal de la Guardia Nacional, Vicente Javier Mandujano, señaló que estos espacios facilitarán el descanso de los conductores, el resguardo seguro de vehículos y la vigilancia para prevenir delitos como el comercio ilegal de estupefacientes. Por su parte, el comandante interino de la VI Región Militar, Héctor Ávila Alcocer, garantizó que la seguridad en estos puntos estará a cargo de la Secretaría de Marina, la Sedena, la Guardia Nacional y la Policía Estatal, operando las 24 horas del día.
Por último, la presidenta de Coparmex Puebla, Beatriz Camacho Ruiz, celebró la puesta en marcha del paradero y la coordinación lograda, reconociendo esta acción como un acto de justicia social que “salvará vidas” y contribuirá a un entorno más seguro para toda la población.
