Un grillete más fue impuesto a nuestra humanidad digital; de hecho, ya lo teníamos, solo que ahora con nuestro consentimiento.
Se trata de la modificación de las condiciones uso y políticas de privacidad en X y LinkedIn para permitirles que usen nuestros datos, tanto personales como de publicación, para entrenar a sus herramientas de inteligencia artificial generativa.
El paso ya lo había dado Meta con Instagram y ahora es una acción que se ha generalizado en la mayoría de las plataformas.
En X no existe la posibilidad de evitar el proceso, ya que al aceptar la actualización, de inmediato empieza a operar, acaso puede evadirse parcialmente si se evita la utilización de Grok, su chat conversacional, pero del resto de los contenidos la IA tendrá acceso.
Una ventana de decencia digital se abre ante nosotros en LinkedIn, que dejó abierta la posibilidad de autoexcluirse del proceso, por medio de desactivar la opción.
¿Cómo es posible lograrlo? Es necesario ir a Configuración, después, “Privacidad de datos”, una vez ahí, “Datos para mejorar la IA generativa” y, por último, desactivar el botón “Usar mis datos para entrenar modelos de IA que crean contenidos”. ¡Listo!
Además, las nuevas Condiciones de uso de LinkedIn incluyen detalles sobre cómo se gestionan las recomendaciones y la moderación de contenido dentro de la plataforma.
Otra pregunta que surge ante el vertiginoso avance de la IA es si será sostenible en el tiempo el autoexilio o se perderán funcionalidades de manera paulatina.
De entrada, el cambio para el usuario que decida cancelar esta función será imperceptible.
Olvidaba comentar que otra forma de evitar ser el conejillo de Indias de la IA es cambiar de residencia a la Unión Europea, Suiza o el Reino Unido, en donde las leyes sí protegen a sus ciudadanos del abuso de las plataformas.
Aquí se abre otro debate: el desinterés de la clase política gobernante para avanzar en un clausulado que limite las funcionalidades de la inteligencia y proteja los datos de los cibernautas mexicanos.
