PUEBLA, MÉXICO.- La publicación del libro Labios rojos, Chocolate y una Rosa (2020) cierra un largo proceso de creación impulsado nada menos que por la pandemia del nuevo coronavirus. La compilación reúne 30 narraciones de distintos países de habla hispana, relatos escritos mayoritariamente por mujeres.
Pero, ¿qué tiene que ver la pandemia con esta novedad editorial?
El libro se origina en Madrid, una de las ciudades europeas más golpeadas por el Sars-Cov2. En el contexto de la cuarentena, la escritora Rosa Montero decidió aprovechar el encierro simultáneo de ella y de miles de personas para grabar una serie de videos en los que comentaba sobre su trabajo creativo. La buena recepción del público fue llevando a que el contacto en las redes sociales terminara convirtiéndose en un taller literario abierto a cualquier persona. De ese modo se gestó la idea de que las participantes (siempre hubo mayoría femenina) enviaran sus narraciones a Montero.
A ello le siguió la organización. Se crearon dos sitios web para acopiar las historias. La escritora terminó leyendo 167 trabajos llegados de España e Iberoamérica. En su columna del diario El País, la promotora de esta aventura comentó que aquello se asemejaba a un panal de abejas, cada quien produciendo en su celda, sacándole provecho al confinamiento social. De ese modo, la comunidad de escritoras fue creciendo de manera espontánea en sesiones de zoom y grupos de Whatsapp. Acababa de nacer un nodo de inteligencia cooperativa.
En Puebla, la editora Maru San Martín tomó entonces la decisión de poner los mejores cuentos en un libro impreso. Para ello se armó un concurso, con Rosa Montero y las escritoras mexicanas Beatriz Meyer y Alicia Flores como jurado. La mayoría de las ganadoras del certamen, son escritoras que han optado por la literatura después de haber ejercido otras profesiones. Encontraron en los videos de Montero un detonador de su talento.
