MÉXICO.- Después de cinco años de investigar sobre el personaje principal de la Danza de los matlachines, Juan Jesús Cervantes Montoya creó el libro El Viejo de la danza, el cual contiene anécdotas, imágenes e historias de esta danza, practicada en estados como Zacatecas, Chihuahua, San Luis Potosí, Durango, Coahuila y Jalisco.
Originario de Aguascalientes, el maestro Cervantes Montoya es heredero de la tradición dancística de los matlachines, que su familia ha practicado por generaciones; es, además, bailarín y director artístico del Grupo de Danza Folclórica Termal.
“Mi bisabuelo, nació en 1896 en Aguascalientes, en un lugar que se llama Montoro, hacia el sur del estado. Desde niño se dedicó a la danza de matlachines, ya más grande fue ‘viejo de la danza’. Él se llama Pedro Vargas Jiménez, y todos sus hijos se dedicaron también a mantener esta tradición”, refiere el entrevistado.
Comenta que su bisabuelo bautizó a su personaje como Porfirio Cadena El ojo de vidrio, “porque en esos tiempos estaba la radionovela del escritor norteño Rosendo Ocaña, y la gente se identificaba con ese nombre”.
Explica que “el viejo de la danza” es un personaje muy importante, porque más que un bufón, es el líder. Es quien coordina a los danzantes, los regaña, pero, también es un desorden, porque todo se le permite; esta actitud, sumada a su vestuario y sus chistes, hace que se le conozca también como el payaso.
En entrevista, Juan Jesús Cervantes explica que “la persona que represente al ‘viejo de la danza’, debe tener toda la experiencia para dirigir y saber conducir un son; limpiar y arreglar cosas que se desbaratan; saber tocar la tambora y el violín, porque la danza de matlachines se toca con tambora y violín.
“También, debe saber organizar peregrinaciones, dirigirse con las autoridades, corregir a los danzantes y cuidarlos, porque hay mucha gente que no quiere a los matlachines, por ruidosos, porque cierran las calles y porque una tambora hace mucho ruido. Actualmente hay bastantes grupos que ya tienen más de cuatro tamboras; se escucha el sonido a 10 o 15 calles en cada colonia”, agrega.
Así, el libro El Viejo de la danza, considera el entrevistado, es un homenaje a las personas mayores, “porque representan la sabiduría. Por eso en muchos pueblos del mundo los gobernantes, chamanes, brujos, curanderos o consejeros eran las personas adultas, los gobernantes. Tenían toda la experiencia del mundo”.
Inicios del proyecto
Siendo maestro de la asignatura de Artes-Danza en el Instituto de Educación de Aguascalientes, Cervantes Montoya comenzó a escribir sobre la Danza de los matlachines, recopilando historias y transcribiéndolas en capítulos en los que habla de la música, el vestuario, los colores, la organización de los personajes que intervienen, el nombre de los capitanes y con qué música se toca.
En 2018 escribió el libro La Danza de los Matlachines en Aguascalientes. Historia y tradición, con el cual fue beneficiado con el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) de ese año.
“Salí a varios países a platicarlo y en ese libro estaba un capítulo que denominé ‘El viejo de la danza’, pero vi que me quedé corto”, por lo cual, dice, cuando acabó la promoción de aquel primer texto, se centró en investigar y conocer al viejo de la danza, sobre su significado, su vestuario, su atuendo y sobre la máscara.
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Con todo ese trabajo, en 2022 presentó el libro El Viejo de la danza, también beneficiado en ese año con el PECDA, en el que incluye anécdotas e imágenes de artistas visuales de otras partes de México, como Zacatecas, Jalisco, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Chihuahua, incluso en el municipio de Pomoa, en Sinaloa, “donde existen matachines -sin la L-”, aclara.
“En San Luis hay una región que le dicen los matachines y, a lo mejor, esta corriente tiene que ver con la Gran Jornada Tlaxcalteca, una peregrinación de familias que vinieron hacia el norte del país para evangelizar a diferentes pueblos de México y muchos en ese trayecto se fueron quedando en Lagos de Moreno, Jalisco; ahí hay matlachines, es una cuna. Ahí hay un asentamiento tlaxcalteca, de hecho, aquí en Aguascalientes, el Barrio de San Marcos fue fundado por tlaxcaltecas”, explica.
Por último, comenta que los matlachines están presentes en todas las celebraciones, religiosas y privadas en los estados donde existe esta tradición; por ejemplo, el 12 de diciembre las colonias de Aguascalientes tienen fiesta diariamente y ahí se les encuentra.
Hay grupos y compañías, agrega, que son muy numerosas y realizan el Encuentro Chichimeca o Raíz Chichimeca, porque las danzas chichimecas son básicamente grupos de matlachines o de danza de la pluma.
EL APUNTE
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