MÉXICO.- Mizraim Cárdenas, el artista, el pintor, escultor y grabador no ha dejado de ser el aprendiz que, a finales de los años ochenta y lleno de deseos de absorber conocimientos, llegó al taller del muralista Alfredo Zalce, quien fuera su primer maestro y con quien aprendió el a, b, c, no solo del arte, sino de la vida.
Así lo comenta en entrevista Cárdenas, quien dice que empezar desde los 15 años de edad a aprender de Zalce le generó una noción distinta de lo que es dedicarse a las artes visuales: “Alfredo Zalce era de una generación en donde los artistas tenían un gran compromiso social, era muy humanista y una persona que había vivido prácticamente todos los movimientos del arte y la historia de México. Entonces fue una enseñanza muy enriquecedora el haber estado con él en todos los sentidos”.
Así fue como comenzó a desarrollar y construir su carrera dentro del grabado, que es una de las disciplinas que más le agrada, por sus procesos y la cercanía que tienen con el dibujo. Porque asegura que el dibujo es la base fundamental de su producción, y el punto de partida para transformarlo en escultura, pintura o grabado.
“Generalmente trabajo a partir del dibujo. No son grabados que surgen espontánea o directamente en la placa. Es un proceso que nace desde el dibujo embrionario; el de los primeros rayones de los que está llena mi agenda. Ahí voy formando una narrativa acorde a los símbolos que exploro”.
Sin embargo y siguiendo los consejos que el maestro Zalce le dio, se convirtió en un artista multidisciplinario para no limitarse ni aburrirse, por ello trata de equilibrar su producción.
“En ocasiones es más pintura la que hago, luego paso al grabado, pero en sí mis procesos creativos implican que tengo varias cosas empezadas a la vez, tengo varios grabados, y también lo que se deriva de esta disciplina, como xilografía, aguafuerte, litografía y grabado en buril, que es una de las técnicas que he explotado más en mis últimas exposiciones”.
Esa fue una de las técnicas que empezó a trabajar metódicamente desde 1989 sin darse cuenta la relevancia que tenía y lo que le iba a dejar su propio trabajo.
Con referencia a la técnica de grabado en buril, el maestro Mizraim señala que es una técnica que se utilizó para la ilustración de libros antiguos, también se utilizó para hacer documentos certificados y, posteriormente, los billetes, por lo que es de las técnicas más finas del grabado, pero que requiere también de mucha destreza y paciencia.
Su maestría en el manejo del buril, el color y la composición están hermanadas en su exposición “Ancestro: El oficio del buril”, con curaduría de Jorge Manuel Buitrón, cuyo objetivo era resaltar este oficio y por ello se engloba desde sus primeros trabajos hasta los más recientes.
La exposición consta de una retrospectiva que se compone por más de 50 obras enmarcadas y carpetas, como la de Pas de deux, realizada con el artista Felipe Ehrenberg en 2015. Al respecto, comenta que este conjunto de obra en particular fue uno de los últimos trabajos que realizó el maestro “un trabajo hecho a dos manos, pues fue una colaboración que trató de una carpeta erótica inspirada en un capítulo bíblico del libro Cantar de los cantares. Él maestro Ehrenberg trabajó su parte en punta seca y yo en buril”.
La obra del artista Mizraim Cárdenas, licenciado en Artes Visuales por la Universidad de Guadalajara y actualmente docente, se ha expuesto en museos y galerías nacionales e internacionales. Ha participado como ilustrador en poemarios como Un cocktail avec tequila, de Michel Butor, o la carpeta de grabados El vuelo del pez, con poesía de Neftalí Coria. En el 2010 con motivo del bicentenario, presentó la carpeta Morelos; estampas de la independencia, en distintas sedes en México y Estados Unidos, entre muchos otros trabajos y exposiciones.
Para conocer el trabajo de Mizraim Cárdenas, se podrá visitar la exposición retrospectiva “Ancestro: El oficio del buril” en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro, en Morelia hasta el 16 de octubre de 2023.