Fotografía: Magdiel Olano

Instalan “Playa concreta” de Joris Gourdel-Bréhier en Museo Urbano Interactivo

En CAMALEONES Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Bajo el pretexto de un mejor bienestar, alrededor del mundo se han edificado innumerables edificios, hoteles, construcciones de concreto que permanecerán pese al tiempo, afectado paisajes naturales como la playa y causando un daño ecológico irreparable.

En esta idea reflexiona la exposición “Playa concreta” del artista francés Joris Gourdel-Bréhier, que se inauguró la noche de este jueves en el Museo Urbano Interactivo del Tecnológico de Monterrey, en el centro de la ciudad de Puebla.

Colocada al centro del patio principal del museo, la instalación está compuesta por cien “castillos de arena” (figuras del castillo de arena que se usan en la playa) hechos de concreto, acompañados de iluminación y una ambientación sonora grabada en la costa francesa.

Además, complementa la exposición “Climate terror. Survival Kit”, también exhibida en este recinto y que, a través del diálogo creativo entre arte y ciencia, informa sobre los daños ecológicos provocados por el hombre al planeta y el medio ambiente.

Fotografía: Alejandra Cosme

Como indicó el propio creador en entrevista con LEVIATÁN, la creación plástica se desarrolló en esta ciudad como parte de las residencias artísticas que tiene la Alianza Francesa de Puebla; mientras que las piezas se realizaron desde la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño, con el apoyo de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la misma universidad y con el patrocinio de la empresa poblana Mezcla Brava.

Como se explica, “los castillos de arena pueden tener dos significados: una infantil, de recuerdo, nostalgia o ingenuidad; la otra adulta, de aquel que construye porque puede, pensando sólo en las ganancias inmediatas y no en las consecuencias futuras”.

A través de este rígido material, el artista hace referencia a las construcciones actuales y la presencia de la creación humana en entornos naturales, por lo que busca cuestionar si “se debe hacer todo lo que se quiere sólo porque se puede”.

Gourdel-Bréhier añadió que la instalación se completa con la lectura de cada espectador, pues su filosofía en el arte es la libertad para no imponer lecturas.

“Lo que me importa es que cada persona descubra su propio mensaje. Yo dejo pistas emocionales y medioambientales, pero hay gente que va a ser más sensible a la cuestión estética, al sonido, o alguien que no va a entender nada”.

Además, dijo que es un tema con el que los mexicanos se pueden identificar, pues también este país que lo recibe tiene ciudades muy concretizadas.

EL APUNTE

La instalación puede visitarse hasta el 31 de mayo en el Museo Urbano Interactivo del Tecnológico de Monterrey, ubicado en la calle 4 Norte número 5, Centro Histórico de Puebla.

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