PUEBLA, MÉXICO.- A cuatro años de haberse destruido la escultura “milagrosa” y devocional del apóstol Santiago por el colapso de la cúpula de su parroquia en Izúcar de Matamoros, debido al sismo del 19 de septiembre, su restauración se encuentra en etapa final.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que aunque esta figura de más de 2.5 metros de altura llegó “hecha añicos” al Laboratorio de Conservación de Escultura Policromada, en la Ciudad de México, el proyecto de restauración de la emblemática escultura está casi terminado.
A la obra datada entre finales del siglo XVII e inicios del XVIII, que supera los 2.5 metros de altura, se le hizo un profundo análisis que determinó que la figura incluía una montura que no corresponde en temporalidad y técnica de manufactura al conjunto escultórico original.
Debido a los daños “irreparables” en su materialidad, de madera tallada y policromada, la escultura de Santiago El Mayor contará con una réplica de su cabalgadura, la cual realizarán talladores expertos.
Si bien el nivel de deterioro que sufrió la escultura fue grave, se pudo recuperar ya que parte de sus fragmentos llegaron dentro de la indumentaria y otros atavíos con los que feligreses vestían al santo, lo que impidió la dispersión del material por el presbiterio de la iglesia en 2017.
Roxana Romero Castro, restauradora perito de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y coordinadora de la restauración, mencionó que a petición de la comunidad de Izúcar de Matamoros, previos 2017 se elaboró un análisis para saber el estado de conservación de este bien cultural.
Dicho dictamen arrojó los deterioros que ya afectaban al conjunto escultórico: grietas, repintes, pérdida de material de soporte y de estratos pictóricos, además de abrasiones y craqueladuras en estas capas, por mencionar algunos.
La escultura de Santiago Apóstol fue hecha originalmente bajo la técnica “estratigrafía” que comprende un tubo de papel amate, seguido de cañuelas de maíz alineadas, pasta de maíz, entelados de lino, y finalmente una base de preparación sobre la que recae la policromía.
La restauración fue dividida en cuatro etapas, entre ellas una investigación que abarcó aspectos históricos, de su manufactura, deterioros asociados e intervenciones previas de restauración, además de sus aspectos antropológicos ya que es muy venerado y considerado milagroso por gente de la región.
Roxana Romero refirió que al ser una pieza devocional, se consideró el diseño de una estructura auxiliar que permita la manipulación segura por parte de los feligreses.
Uno de los mayores retos será recuperar la fuerza expresiva del rostro de Santiago Apóstol, algo que recuerdan de forma especial sus devotos, según reportes del equipo antropológico de la CNCPC.
Roxana Romero concluyó que la intervención de esta escultura ha significado un “desafío inmenso” en sus 16 años como especialista de la CNCPC, por lo que confío en que la gente de Izúcar, que también ha sido partícipe, aprecie todo el esfuerzo ayude a conservar su santo patrono por mucho más tiempo”.
