PUEBLA, MÉXICO.- Además de su belleza arquitectónica, su historia al ser uno de los barrios fundacionales de Puebla, y formar parte del Patrimonio Cultural del Centro Histórico nombrado por la UNESCO, desde ahora El Alto tendría el potencial de ser reconocido también por el interés de sus habitantes por cuidar el medio ambiente.
Desde hace casi dos años, los colonos de este barrio se han dado a la tarea de integrar cada vez a más gente de la comunidad en un proyecto de economía circular, un modelo de máximo aprovechamiento de los recursos que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar, donde se genera prosperidad económica, protección al medio ambiente y prevención de la contaminación.
Este fin de semana, con motivo del 34 Aniversario del nombramiento del Centro Histórico como Patrimonio Cultural Mundial de la Humanidad por la UNESCO, los colonos se reunieron para llevar a cabo el Primer Reciclatón, una acción ciudadana que no sólo ayuda a educar a los ciudadanos, sino que también revaloriza el lugar.
Marina Ortiz Martínez, miembro del Comité Vecinal de Barrios Originarios, mencionó en entrevista con LEVIATÁN que el esfuerzo por posicionar El Alto dentro del esquema de economía circular, nació hace cuatro años junto a Casa de la 14, un proyecto comunitario que se enfoca en cuatro ámbitos: cultural, artístico, recreación y el ambiental como prioridad.
“Creamos este espació como una muestra de cuánto se puede ayudar al tema de cambio climático”.
A decir de Marina, se dieron cuenta que el cuidado al medio ambiente es un tema que casi no se toca dentro de las políticas públicas de estas colonias del centro de la ciudad, como sí se hace con el turismo, el patrimonio o lo histórico.
“Creemos que mientras una imagen de un barrio no tenga una estructuración ambiental, mientras no se trabaje en la parte de educación dentro de lo que es manejo de residuos, una ciudad no va a ser lo que buscamos”.
EL COMITÉ VECINAL
Antes denominado Comité Vecinal de Cuidado Ambiental, tuvieron que cambiar de nombre ante la aceptación y crecimiento del mismo incluso por miembros de colonias aledañas, además porque empezaron a darse cuenta de otros problemas de la zona, como la seguridad pública.
Mariana narró que sumado a ello, en 2020 durante la pandemia los colonos se dieron a la tarea de empezar a barrer calles, de retomar espacios que estaban siendo nocivos por la basura y comenzaron a trabajar en la separación de residuos.
Así como surgió el Reciclatón de este espacio vecinal urbano, con el acopio de cartón, papel, libros, fierro, alambre, cobre, plástico, aluminio, entre otros materiales por los cuales se les paga a quien los para que se den cuenta cuánto dinero se tira a la basura diariamente.
“Nuestro Reciclatón no es como los institucionales donde van a dejar los residuos y ahí se queda. No, nosotros por los residuos que dejan se les paga, y con ello los ciudadanos se empiezan a quitar el prejuicio de que al separar y llevar son parte del grupo vulnerable de los pepenadores u otros grupos que necesitan dinero”.
Al empezar a cambiar la perspectiva de la separación de residuos, reutilización o reciclaje, continuó la maestra en Economía Ambiental, se empezarán a generar cambios de hábitos en beneficio del planeta.
El colectivo tiene contemplado hacer ocho reciclatones en una primera fase, dos veces por mes; el próximo se llevará a cabo el 7 de enero, el tercer reciclatón el día 20 del mismo mes, y de los próximos se estarán anunciando las fechas precisas a través de las redes sociales.
“El único (objetivo) es el poder acercarnos a las personas, que entiendan que es algo muy normal hacerlo, no fácil (…). Creemos que no se trata de una jornada de un reciclatón, sino se trata de toda una serie de actividades que vayan encaminadas con ese objetivo (de la economía circular)”.
EL APUNTE
Al Primer Reciclatón de la Casa de la 14, se han sumado otras propuestas como un Armario Verde, de intercambio y reutilización de prendas de vestir; así como actividades artístico-culturales como obras de teatro, talleres de pintura, de piñatas o fomento a la lectura, todo con perspectiva de cuidado al medio ambiente.