PUEBLA, MÉXICO.- Muchos piensan que sus logros y crecimiento aparecieron de un día para otro, pero no. Lento, con calma, con una pluma que se fue curtiendo a lo largo de 15 años, así fue como se formó en las letras Raquel Hoyos, escritora poblana que en los últimos tres años ha destacado con distintos premios por la calidad de sus obras.
Este fin de semana llegó a sus manos un logro más, pues gracias a su libro de cuentos Imago fue nombrada como la ganadora del Primer Premio de Libro de Cuentos Imaginación y Futuro, al que convocó la convención de literatura La MexiCona.
“Estoy muy feliz porque he trabajado por muchos años. Gente que me dice ‘es que has logrado muchas cosas en poco tiempo’. No, llevo más de 15 años escribiendo aunque no haya mostrado mi trabajo de manera pública, tomando talleres como cinco años y ya de una manera constante como tres años escribiendo diario. El que un medio tan importante para mí como es La MexiCona, y que escritoras con amplia trayectoria en la crítica me hayan leído y me hayan elegido, es una de las mayores alegrías”.
Éste se suma al primer lugar en el Concurso de Cuento Breve de Rock “Parménides García Saldaña” (2018) al que convocan Ediciones Ají y el Foro Cultural Karuzo, que obtuvo por “Las groupies”; el segundo lugar en el Concurso de Cuento Mujeres en Vida (2019) organizado por la BUAP; y el primer lugar en la convocatoria Letras Confinadas de la Secretaría de Cultura, por su libro de cuentos Maldita.
Partidaria del feminismo, amante de los géneros especulativos y del terror, además de dedicarse a la escritura literaria Raquel Hoyos ha pasado su tiempo en las áreas de Redacción de diferentes periódicos, editoriales y medios de comunicación, como correctora de estilo, redactora, editora y jefa de información.
Aunque la egresada del Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica de la FFyL BUAP descubrió su pasión por las letras desde muy joven, confesó en entrevista para LEVIATÁN que mantuvo sus textos en la intimidad por “temor a la crítica”; una situación que si bien permanece, ha logrado controlar por el respaldo que le ha dado la comunidad poblana.
“Me ha ayudado el tener una comunidad de mujeres escritoras que se interesan por los mismos temas y han creado espacios qué no existían hace 10 años cuando yo iba la universidad”.
A pesar de tener una amplia trayectoria y el respaldo de profesionales del área que reconocen su labor creativa, la poblana comentó que le fue difícil aceptar la denominación de “escritora”.
Imago, su más reciente obra ganadora con cinco cuentos inéditos y otros dos ya publicado, verá la luz el año próximo. Mientras tanto, actualmente Raquel trabaja en la creación de otra obra de cuentos del género especulativo, con el apoyo del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA).
UNA GRAN LECTORA
Escritora poblana, así te conocemos. Pero tú, ¿cómo describes a Raquel Hoyos?
Sí, soy una escritora poblana, pero también soy una gran lectora sobretodo de mujeres escritoras contemporáneas, me gusta el trabajo creativo que hacen otras chicas con quien tenemos una comunidad, también de estas escritoras “ancestras”. Me considero feminista y mi posicionamiento político se refleja mucho en mis letras. Soy cuentista, me gustan los géneros especulativos, de terror, lo fantástico. Madre de perrhijos, correctora de estilo, amiga, hermana, hija que se dedica a trabajar en las letras.
¿Cómo te diste cuenta que las letras formaban parte de tu vida?
Desde hace muchos años creo que es algo que ya traía de forma innata, desde pequeña me gustaban los libros, las historias, me inventaba mis propias canciones (…). Conforme crecí y fui leyendo más, fue hasta la preparatoria que me animé entrar a algunas convocatorias de la escuela en cuento y poesía. Ahí me di cuenta que me apasionaba la literatura y entré a la Facultad de Lingüística y Literatura Hispánica en la BUAP. Continúa escribiendo pero tenía temor de autodenominarme escritora porque no me sentía lo suficientemente talentosa, tenía miedo a la crítica, a lo que dijeran de mi trabajo. Aunque me apasionaba, mucho tiempo fue tener esa escritura para mí de una forma más íntima, porque no tenía el valor de mostrarlo a otras personas. En el 2018, cuando gané el premio de rock de Ediciones Ají me dio mucha seguridad por la validación de mi trabajo.
¿Cómo superaste el miedo a mostrar tus escritos?, sobre todo porque sería una forma de alentar a otras escritoras mujeres.
No se me ha quitado al cien por ciento, es algo con lo que sigo trabajando todos los días (…). Me ha ayudado el tener una comunidad de mujeres escritoras que se interesan por los mismos temas y han creado espacios qué no existían hace 10 años cuando yo iba la universidad. También cuando conocí el feminismo a los veintitantos me ayudó mucho en ciertos temores que no solo tienen que ver con la escritura, sino con mi cuerpo, mis derechos, la libertad, incluso con mi propia voz y decir lo que a mí me importaba. Ha sido muy reciente el tener mayor seguridad, sobre todo de un año para que la pandemia nos ha obligado a establecer contacto digital, he conocido escritoras de otros estados de la república y otros países con quienes he hecho una comunidad muy chida, se llama Especulativas y publican textos de géneros de la imaginación terror y fantásticos, y hacer con ellos una comunidad tan fuerte y tan constante me ayudado mucho la seguridad que tengo para escribir; ya no me importa la crítica sobre todo ahora que es tan fácil criticar desde el anonimato de las redes sociales, porque sé que tengo un grupo de mujeres que me está respaldando a quiénes les importa lo que escribo y me importa lo que ellas dicen.
Esta colectividad es la que también remites en Maldita, una obra que también abraza al feminismo…
Sí, en Maldita manejo diversos temas en diversos géneros, son 17 cuentos que muestran de mi desarrollo como escritora. Tomé temas de los que quería hablar como tipos de violencia contra las mujeres, aborto la menstruación, relaciones de mujeres vistas desde el amor de pareja, amistades, acompañamiento de madre e hija, con elementos fantásticos, oníricos, de ciencia ficción o terror. Me enfoque hacia cuáles son los miedos actuales de las mujeres, no sobre algo sobre natural que no puedas explicar sino el miedo a la violencia machista, ahí voy metiendo los temas que desde mi postura feminista me importan envolviéndolos en una importancia estética desde mi carrera como cuentista.
¿Cómo dirías que tus escritos le hacen frente a esta violencia machista?
Creo que la literatura juega un papel muy importante en el machismo pero que no solamente vaya dirigido hacia mujeres, que es el sector que más me importa, pero también me alegra que hombres melean y saquen sus reflexiones porque abordarlo a través de una historia género un impacto diferente a leerlo en una nota periodística, qué desafortunadamente lo vemos tanto en las redes sociales qué tristemente lo normalizamos: “Asesinaron a otra chica, violaron a otra mujer”, y lo pasamos sin darle mucha importancia. Pero cuando lo lees en una historia que podría ser la tuya genera una empatía a lo que están viviendo otros personajes. Por eso me importante difundir este tipo de textos no solamente los míos sino también de otras escritoras para que se puedan de ver reflejados y reflejadas en estos personajes y se puedan cuestionar el propio machismo.
Conoces estas historias de violencia machista desde los cuentos pero también desde la narrativa de no ficción con tu experiencia en el ámbito periodístico como redactora. ¿Cómo ha sido para ti escribir desde estos dos modos distintos?
El trabajo periodístico me ha hecho darme cuenta de cómo se maneja en los medios de comunicación la violencia hacia las mujeres que molesta por el amarillismo y revictimización que se le da para generar más impacto. Por lo mismo he querido través de los cuentos que sea de una manera más cuidada, sin revictimizar, sin que parezca una nota roja y dándole una voz muy distinta. El periodismo me ha ayudado a ver los dos lados de la historia, pero darle un trato más sensible, humano y más cuidado.
¿Cuál es el impacto que quieres generar en tus lectores?
He escrito más en el realismo porque no me animaba hacer cosas más aventuradas en otros géneros, pero ahora que he ido descubriendo el terror, la ciencia ficción, el cuento fantástico, descubrí que ahí estaba mi corazón y lo que realmente me encanta hacer, hablando desde el punto de vista literario (…). Quiero impactar precisamente en las historias que se me ocurren y cómo son esas historias desde estos géneros especulativos porque sentía que hacía historias raras que caían en lo absurdo (…), porque adapto mucho lo que escribo a mi entorno, de ficción pero que haya circunstancia cercanas con los que se puedan identificar. Que les gusten las historias que estoy proponiendo, las historias que estoy creando, los elementos que quiero incluir. Poder impactar y generar un interés de las lectoras y los lectores por el tipo de historias que estoy haciendo, eso la verdad para mí es lo más placentero que tengo en cuanto a los comentarios que tengo de las personas que me leen.