PUEBLA, MÉXICO.- La pandemia de Covid-19 no solamente cambió los modos de acercar el cine a la audiencia, sino que transformó la forma de realizar las producciones cinematográficas, alargando tiempos, aumentando costos y enfrentando a los realizadores a nuevos retos, principalmente a los independientes.
Esto mismo fue lo que pasó con jóvenes cineastas poblanos parte del programa Talentos Emergentes de la escuela de cine Cinearte, quienes a pesar de la incertidumbres que afloró el año pasado en las familias de todo el mundo por la enfermedad del Covid-19, tuvieron que salir a terminar sus rodajes, mismos que, aunque con muchas dificultades, ya están listos y se estrenarán este viernes.
Salvador Zavala, coordinador académico de la institución educativa, mencionó durante una conferencia de prensa que las nuevas modalidades de producción para salvaguardar la integridad de los creadores, requirió de procesos con normas establecidas por la industria audiovisual, una circunstancias compleja a la que los estudiantes de cine tuvieron que adaptarse.
Señaló que se dio la oportunidad de presentar trabajos donde el proceso pudo hacerse desde otros medios, recursos o proyectos desde casa, pero otros más tuvieron que terminarse de forma presencial en las calles e incluso fuera del estado.
“Desde junio del 2020 la industria audiovisual de México sacó un protocolo con medidas sanitarias específicas para la realización de estos proyectos (…), con distancia, equipos de protección, caretas, cubrebocas, googles. Lo que fomenta es que desde cada departamento se pueda tener una buena estructuración y un buen equipo de protección”.
LA PANDEMIA
Pero la seguridad necesaria para culminar los rodajes aún en medio de la epidemia, aumentó los costos hasta en un 25 por ciento, una cifra relevante sobre todo si se toma en cuenta que estos trabajos cinematográficos estuvieron a cargo de forma independiente por estudiantes de cine, tal como apuntó Fabrizio González productor del documental De pies a cabeza que también es parte del proyecto Talentos Emergentes.
“Cubrebocas, guantes, caretas, gel antibacterial, todo fue aumentando los costos y fue muy difícil porque obviamente sí es caro. Creo que este tema del Covid-19 sí afectó bastante, más o menos que un 25 por ciento más del costo total”.
Al respecto del cortometraje que hizo junto a la directora Danna Paola Ramos, mencionó que retomó la historia de un familiar de Ciudad Sedán, Don Gerardo, quien cruza por la rara enfermedad de “guillain-barré” que le impide vivir su vida de manera normal, por lo que durante la producción tuvo que resguardarse de dos enfermedades.
Por su parte, Iñigo Villancanto, director del documental “Lo bueno de lo malo” que también lo trajera su función al aire libre este viernes en las instalaciones de Cinearte, mencionó que buscó retratar la realidad en la que todo el mundo se ha visto sumergido desde marzo del 2020, pero a fin de simpatizar con las experiencias de las familias que hicieron frente al virus en México.
“Mi documental retrata una situación por la que todos pasamos desde hace un año ya que todos conocemos este sentimiento de incertidumbre y de miedo, y lo que busca es simpatizar con las familias durante esta pandemia”
El tercer cortometraje documental que tendrá su estreno se llama “Una chica llamada tortuga”, corrió a cargo de Ángel Silva y Edith Zepeda, se grabó en Salina Cruz Oaxaca y cuenta la historia de una mujer transgénero.
La proyección de los tres cortometrajes será este viernes 30 de abril a las 20:00 horas en el jardín al aire libre de Cinearte, ubicado en Lanceros de Oaxaca número 64, colonia Lomas de Loreto, en la ciudad de Puebla. A la par se realizará una transmisión en vivo del evento a través de las redes sociales del instituto.
Para el ingreso se exige el uso de cubrebocas y respeto de la sana distancia. La entrada es gratuita pero con previo registro ya que por situación de la pandemia el aforo es limitado, para reservar el lugar se puede hacer contactando al instituto en este enlace https://cine-arte.net/index.php
