PUEBLA, MÉXICO.- Al ser uno de los aspectos fundamentales del hombre y la vida, la cultura debería estar al centro de los planes y proyectos gubernamentales para garantizar la construcción de una sociedad solidaria y de un gobierno promotor del bien común.
Esto pues aunque la cultura suele asociarse a expresiones artísticas, el término es mucho más amplio y en él se involucra incluso la supervivencia del género humano en cuanto que “nace del hombre para el bien del mismo hombre”, según explicó Juan Louvier Calderón, catedrático Investigador del Departamento de Humanidades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
En la conferencia “La relevancia de la cultura en los proyectos de gobierno”, señaló que el reto de las autoridades al frente de la sociedades es responder hoy, aquí y ahora, a las circunstancias para la construcción comunidades solidaria a través de un gobierno promotor del bien común, porque “lo que está en juego no es una bonita pieza de museo, sino la misma supervivencia del género humano”.
El especialista abundó que la gran responsabilidad de quien asume las funciones de autoridad y el poder es preservar la cultura en cuanto al servicio del hombre, pues cuando el político no asume su razón de ser, que es el bien común, deja de tener autoridad aunque continúe con poder.
“Una sociedad correctamente estructurada, es una sociedad que tiene en la cabeza un gobierno que la dirige correctamente, inteligentemente, hacia su bien común, hacia el bien de todos y que, al mismo tiempo, fomenta el crecimiento de toda la sociedad”, externó el catedrático.
Dijo que, por ejemplo, esto podría expresarse en la aplicación de recurso a la investigación, que en contexto de pandemia ha traído grandes beneficios a la sociedad con el descubrimiento de la vacuna del Covid-19, virus que modificó la vida de toda la humanidad.
Por ello descalificó los recortes presupuestales para el ramo de la cultura que aplicó el gobierno federal a muchos proyectos de investigación, pues no abona a la construcción de políticas en beneficio del bien común.
“Cuando no se apoya la investigación no hay una motivación a la cultura, lo mismo cuando no se apoya la solidaridad, cuando en lugar de buscar la armonía se busca el enfrentamiento social, que es ir en contra de la cultura, ir en contra del hombre finalmente, y no se diga las bellas artes”.
Retomando las premisas de filósofos griegos de la antigüedad, recordó que la autoridad no es lo mismo que el poder, por lo que lo ideal es que los gobiernos establezcan las políticas públicas con base en la cultura para la aplicación de un bien común.
“Si nosotros seguimos destruyendo, por ejemplo, no solamente el medio ambiente, la naturaleza, o el aire que respiramos, (estamos) destruyendo el ethos (comportamiento) moral que permite la convivencia humana, y lo que estaremos fomentando será la discordia, la guerra, el enfrentamiento y quizá la supervivencia del ser humano”.