PUEBLA, MÉXICO.- Qué significa ser humano en un mundo con tanta tecnología, es una de las principales inquietudes que llevó a la escritora mexicana Andrea Chapela a construir Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, una obra donde los tiempos hipertecnologizados dejan de ser un fetiche para mostrar su capacidad de moldear los afectos.
Editado por el sello Almadia y publicado en el 2020, el libro está integrado por diez relatos que su autora escribió hace cerca de tres años, los cuales logran transmitir las relaciones humanas en diferentes contextos, tiempos y circunstancias, a pesar de la tecnología que todo lo que permea.
A lo largo de los cuentos las protagonistas, todas mujeres, se enfrentan a realidades donde el conocimiento científico, la tecnología y la vida cotidiana interactúan de forma cada vez más estrecha, esto pues la autora explicó que buscó escribir sobre lo mundano pero en un contexto de ciencia ficción.
Durante una presentación virtual del libro, Andrea Chapela mencionó que la intención fue generar historias muy “introspectivos”, similares a las de televisión o cine de ciencia ficción, pero con la diferencia de que la lectura ofrece esa posibilidad de encontrarse con el interior del personaje y sus emociones.
Otro punto que incorporó fue la idea de la memoria porque “somos lo que recordamos”, buscarla desde la escritura y encontrar en ella la fuerza de hacer literatura.
“La memoria me intriga muchísimo y me intriga cómo somos lo que recordamos, tiene que ver con una manera en la que ello me aproxima la literatura. Creo que me gusta buscar y hacerme la pregunta de exploración, cuando uno lo hace por escrito y hace hincapié en esos puntos, es regresar a la verdadera fuerza de hacer literatura”.
LOS CONTRASTES
La obra se desarrolla en escenarios de México, un contraste entre el subdesarrollo del país pero atacado por el sistema global tecnologizado y cómo sus habitantes encuentran la forma de incorporar ambos elementos a su cotidianidad. Chapela señaló que dicho contraste es mucho más interesante en un lugar como esté a países desarrollados, por “cómo la tecnología lo pone de cabeza”.
“Escribir ciencia ficción en México es una de las cosas que me llamaban la atención porque cómo sería esta ciudad en distintos tipos de futuro. Comencé a darme cuenta que no va a ser como Nueva York, Tokio o París, sino que vamos a tener estas tecnologías pero no todo va a funcionar; algunos van a poder acceder a ello otros no y las maneras en que esto también va afectar el tejido social pero que se justifica pensarla”.
Destaca que todas sus narraciones tienen como personaje central a una mujer, en principio dijo porque es muy poca la literatura y en particular la ciencia ficción que se ha escrito con mujeres como el punto central, así, sería un modo de tomar lugar en estos espacios pero de un modo genérico.
“Es esa cosa de cómo un personaje hombre ha sido central de la literatura, la manera en que entendemos que consumimos experiencias no porque escribo un libro donde haya puras mujeres (…). Sencillamente es enfocarme en eso y no sólo porque yo sea mujer, sino especialmente porque soy mujer y tiene mucho que ver con cómo veo la vida y cómo la he vivido”.
