Fotografía: Especial

“Volver a la piel”, el reto de abordar la fragilidad de memoria e identidad

En ENTREVISTA Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- La fragilidad de la memoria, la identidad y la inherente condición de finitud humana se exploran a través de la novela Volver a la piel, la más reciente obra del escritor morelense Gerardo Horacio Porcayo, quien buscó con este libro volver a las bases de la ciencia ficción y analizar los cambios que se suscitan a partir de la virtualidad y el desarrollo tecnológico.

Editada por el Fondo de Cultura Económica, la novela narra la historia de Alejo, que vive en un universo paralelo donde los cuerpos robóticos y la inmortalidad parecen estar al alcance de los que pueden pagarlo; sin embargo, se enfrenta a la pérdida de la memoria.

En entrevista con LEVIATÁN, G H Porcayo relató que escribió la historia en un “tiempo récord” de apenas dos semanas, y fue uno de esos proyectos emergentes que surgió a raíz de las condiciones de salud de su padre, entre ellas la demencia senil, situación compleja no sólo para quien lo tiene sino también para quienes están alrededor al enfrentarse a una nueva personalidad y darse cuenta de cuán frágil es la memoria.

Atendiendo al género de ciencia ficción, el precursor del cyberpunk en la literatura mexicana dijo que en un inicio pensó en hacer una novela breve sobre un robot, sin embargo esa primera idea sólo fue la pieza necesaria para encauzar la narrativa de Volver a la piel.

“Me encontré escribiendo una novela sobre la memoria, la novela sobre alguien que tiene un accidente y es rescatado gracias a que lo ponen en un cuerpo robótico. Empieza cuando él despierta en su cuerpo clonado ya después de que pasó la emergencia y se enfrenta a muchas lagunas de qué fue lo que perdió, que es una de las características extrañas de la demencia senil, también llamada memoria flotante, y es como cuando uno se intoxica demasiado con alcohol y de pronto tiene pedacitos pero nunca logras reconstruir la historia completa”.

El autor dijo sentirse privilegiado ya que Volver a la piel es el número 749 y el primer libro de ciencia ficción de la Colección Popular del Fondo de Cultura Económica, la cual comenzó en el número 1 con El llano en llamas: “La colección popular comenzó con Juan Rulfo, el número uno fue El llano en llamas, entonces imagínate, 748 libros después sale mi novela, es algo extraordinario (…). Además, siempre me ha interesado como autores que los libros estén al alcance del bolsillo, y eso también salió a un precio increíble, porque el problema es que uno puede tener muchas ganas de leer, pero si el precio es demasiado elevado, no hay forma”.

LAS PREGUNTAS

¿Cuál es la intención de Volver a la piel?

Es una novela que explora problemáticas de la identidad, la pérdida de memoria, del ser humano, de no tener este fin, de seguir existiendo el tiempo posible(…). Es una exploración y es una búsqueda de hablar de un problema que estaba ahí, y que a lo mejor no se podía racionalizar y analizar de manera adecuada.

¿Por qué el título de la obra?

Volver a la piel porque pensé que era volver a mis inicios de la ciencia ficción, hacer una narración más simple. Era como volver a la piel de la ciencia ficción y volver precisamente a tener carne cuando has vivido algún tiempo en el cuerpo de un robot para poder sobrevivir. Imagínate toda la bola de deseos que pueden acumularse cuando no tiene sensibilidad táctil, cuando todas otras cosas no tienen reacción orgánica. Ahora tengo 53 años y mi cuerpo no es el que tenía cuando tenía 25 años por más que quiera; puedo seguir diciendo que soy un chico joven pero no,  hay un cambio en éste y hay una nostalgia por esos tiempos.

¿Cómo fue escribir ciencia ficción desde una situación cercana?

La ciencia ficción no es inventarte todo de la nada, todo surge desde la vida misma y es una manera de metaforizar acerca de las preocupaciones; se exageran los problemas para hacerlos más claros, evidentes, para mostrar hasta qué grado se puede llegar porque, en la vida real, cuando te enfrentas a un problema de memoria como este tipo de demencia senil, no hay mucho que podemos hacer, por mucho que indagues no sabes exactamente cómo funciona esa memoria.

¿Cómo podemos interpretar a Alejo, el personaje principal?

Ese es el meollo del asunto y la mecánica de la novela. Él despierta sintiendo que le falta memoria pero aferrándose a la identidad, que es algo fundamental en el ser humano. Uno tiene la noción de que es único, de que es incambiable, pero de un día a otro te ves diferente en el espejo; es más como una idea en el cerebro y la voluntad de sentirse individuo, de sentirse único. Fue jugar con estas determinaciones y cosas extrañas que tiene el simple vivir y enfrentarse a esas pocas cosas que te definen y aferrarte a ellas. Él despierta sabiendo que ha querido eso (un cuerpo robótico) pero se siente incompleto; entonces, la mecánica de la novela se basa mucho en la resolución del misterio.

¿Cuál sería entonces la crítica de la obra?

Busca ser una crítica y un análisis de todos estos cambios que se suscitan precisamente de la virtualidad, el hecho de poder grabar todo en un software, de poder bajarse una memoria a una computadora; ciertamente este tipo de cosas está transformando la sociedad y si éste es un cambio de modelo, más que un fin.

En cierto modo, ¿podría decirse que aborda la finitud del hombre?

Ese es uno de los grandes intentos, no pretende ser un manual de supervivencia ni un manual para vivir mejor la vida, pero sí la idea es invitar a ese viaje fuera del ego que te enfrenta la posibilidad de vivir otra vida y una vida en la que algunas limitantes no existen. En este caso parece como que es inmortal (Alejo), pero qué pasa muchas cosas…  si yo pudiera copiarme, cuántas copias de mí habría activas y qué podría esperar de esas copias, además porque, si son tan dominantes como yo soy, qué me podría pasar frente a ellos.

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