PUEBLA, MÉXICO.- La orden de aprehensión en contra del ex gobernador Mario Marín Torres, el empresario Kamel Nacif Borage, Hugo Adolfo Karam Beltrán y el ex comandante Juan Sánchez Moreno, por su presunta participación en el delito de tortura cometido en contra de la periodista Lydia Cacho, así como la reapertura del caso que los involucra, son temas que se están usando como “garrote político” en contra del abanderado del PRI a la gubernatura, Alberto Jiménez Merino.
Lo anterior fue señalado por Ramón Fernández Solana, vocero en la capital del candidato priista, quien subrayó que el exgobernador fue absuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“El crecimiento de Jiménez Merino está poniendo nervioso a los cuartos de guerra de otras fuerzas políticas”, expuso.
Bajo ese contexto, evitó confirmar o negar si el exmandatario tricolor se ha convertido en un “elemento incómodo” o en un pasivo para su fuerza partidista.
Lo que sí dijo abiertamente es que la discusión política de las y los poblanos debe enfocarse en la polarización e inseguridad que actualmente padece la entidad, así como en “mirar al futuro”.
Al anticipar una “elección de Estado”, dijo que el otrora titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya está en el segundo lugar de las preferencias electorales.
Por su parte, Rivera Sosa señaló que el exgobernador Mario Marín tiene las puertas abiertas para seguir asistiendo a los eventos proselitistas de Jiménez Merino, así como también la tienen los exgobernadores Guillermo Jiménez y Melquiades Morales Flores.
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El pasado jueves 11 de abril la magistrada del Vigésimo Séptimo Circuito con sede en Quintana Roo, María Elena Suárez Préstamo, liberó las órdenes de aprehensión.
Asimismo, por tratarse de un delito grave, el ex gobernador no podrá ampararse por los hechos cometidos en 2006.
