PUEBLA, MÉXICO.- En el 2011 cuando Javier López Zavala perdió las elecciones para gobernador, los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) estaban por experimentar su debacle, una crisis que solo se ha profundizado con el paso de los años y que actualmente los tiene como la tercera fuerza política en la entidad: tienen apenas cuatro diputados en el Congreso.
Si bien quienes se perfilan como candidatos para las elecciones extraordinarias para gobernador aseguran públicamente que tienen posibilidades de hacerse del gobierno, “en corto” los priistas confiesan que “la apuesta es por sobrevivir e intentar fortalecernos”.
La semana pasada se reunieron y convocaron a los medios el exsenador Ricardo Urzúa, el exdelegado, Lorenzo Rivera y Alberto Jiménez Merino, de amplia trayectoria en la administración pública, en un evento al que nombraron “Reunión de la Amistad” el 14 de febrero.
Ahí confirmaron los rumores que se habían dado días previos: los tres son los principales aspirantes a hacerse de la candidatura. Jiménez Merino dijo que no sabe si Enrique Doger también está interesado en el cargo, que ninguno de los tres presentes había hablado con él.
Urzúa y Rivera dijeron que el compromiso que sellaron en esa reunión, en la que estuvieron algunos otros priistas como Valentín Meneses, es que fuera quien fuera de los tres recibiría apoyo.
Jiménez Merino fue quien más habló, y fue quien dijo que ve en el “voto duro” del otrora “partidazo” una posibilidad de ganar. Sostiene que son 500 mil votos con los que cuenta el tricolor e hizo un llamado para que no se haga una consulta pública para la elección de candidato, pues ello desgastaría al partido y “no hay tiempo suficiente para hacerla”, pide que la dirigencia nacional, elija al candidato. Los otros dos estuvieron de acuerdo.
A partir de ese día Jiménez Merino ha sido el que más reuniones públicas con vecinos de la capital poblana ha tenido y el que más ha buscado “acercamiento con los medios”. Pero aún si este fuera el candidato, las posibilidades del tricolor son pocas.
“ELLA Y ÉL”
LEVIATÁN conversó con dos destacados priistas, un hombre y una mujer, que han militado en el partido desde que tuvieron credencial para votar y que han ocupado diversos cargos en Puebla y otras partes del país en los gobiernos priistas. Ambos, por separado, pidieron que sus nombres no sean citados porque están a la espera “de lo que se defina”, pero ambos coinciden: “o sobrevivimos o se va todo al carajo”.
Ambos también coinciden en que hay un escenario aún peor: que Ricardo Urzúa se alce con la candidatura porque ello provocará renuncias masivas de priistas de larga trayectoria.
Ella asegura que la candidatura del exsenador es probable porque cuentan con el apoyo de la presidenta nacional del PRI Claudia Ruiz Massieu. Dice que el mejor perfil es Jiménez Merino, pero aunque fuera él, ganar suena muy complicado pero habría posibilidades.
Él dice en la conversación, que la mejor opción, no hay duda, es Jiménez Merino, de Lorenzo Rivera dice: “no pudo ni hacer ganar a su sobrino en las elecciones a diputado, menos puede con la gobernatura”.
Sin embargo, reconoce que aunque el ingeniero de la Mixteca fuese el candidato el panorama es muy complicado y afirma que lo que se debe buscar es “reconciliar” con los líderes auténticos priistas y comenzar un fortalecimiento interno para buscar competir en mejores condiciones en el 2024, pues aún con el voto duro del PRI, no podrían ganarle a Morena fuese quien fuese el candidato.
