- Asegura que está en pláticas para un nuevo proyecto en el que desea intervengan otras lenguas
MÉXICO.- El cantante de rap en lengua tutunakú (totonaca) Juan Sant, originario de El Terreno Pantepec, en Puebla, busca visibilizar las problemáticas de un indígena en la ciudad a través de su música, la cual incluye traducción dentro de las mismas canciones.
“En cada una de mis canciones reflejo lo que yo vivo a diario, es autobiográfico, pero se identifica cualquiera que migra de un pueblo a una ciudad, e incluso alguien que vive en el barrio”.
Reconoció que para él fue complicado adaptarse a lo nuevo, porque se presenta el choque cultural y los conocimientos no son los mismos que se tienen, pero va aprendiendo de nuevo, por lo que es como volver a nacer.
“Yo llegué a la Ciudad de México en el año 2000, conocí la ciudad en las calles, posteriormente me llegó la inquietud de escribir mis propias canciones, mi propia música y empecé a serlo en mi lengua materna”, relató.
Su familia se compone por cuatro integrantes, él es “la oveja negra”, bromeó, porque rompió con los estereotipos al ser un indígena originario que llega a los medios y la música.
“Rompí estereotipos, comencé a hacer lo mismo, a mi familia le gusta porque prefieren que yo ande en esto a que ande en drogas o algo así”, compartió el joven, quien viste sudadera holgada, y en la cabeza porta un paliacate y una gorra.
Recordó que cuando inició con las letras de sus canciones en español, después introducía algunos fragmentos en su lengua natal y después mezcló ambos al percatarse de que la mayoría de los niños ya no saben hablar en su lengua natal.
“Nosotros mismos para protegerlos ya no les enseñamos la lengua, para cuando van a un lugar como una ciudad y les pregunten si hablan la lengua, sean sinceros al contestar que no”, reconoció.
Sin embargo, Juan Sant insistió que su intención es que la lengua prevalezca, porque son dos distintos modos de ver el mundo a como normalmente lo hace una persona que habla una sola lengua.
“Tenemos nuestro trabajo en YouTube, hay un disco de 2013 que se llama ‘El ego de un indio’, hay como seis sencillos que pueden checar con sus respectivos videoclips, y también ahí va parte de nuestra forma de ver el mundo”, detalló.
Además, en octubre de 2018 participó en el Concierto de Tradiciones y Fusiones Musicales, dentro de la Edición XLVI del Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, junto con las propuestas indígenas de Ireri, Jumil Moots y Alwa Tam.
Adelantó que está en pláticas para un nuevo proyecto y le gustaría colaborar con personas originarias que conoce para así poder hacer el movimiento más fuerte y no sólo sea utilizada la lengua tutunakú, sino todas las que están vigentes y activas.