PUEBLA, MÉXICO.- Puebla se encuentra como nunca en una situación de desesperanza, sumida en la inseguridad, en la injusticia social y la falta de oportunidades, expresó Guillermo Deloya Cobián, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia municipal de Puebla, quien agregó que esta no es la ciudad que nos prometió Eduardo Rivera hace ocho años y “por eso hoy está la silla vacía porque tiene miedo de enfrentar a la ciudadanía”.
En el Debate BUAP 2018, celebrado en el Teatro del Complejo Cultural Universitario, Deloya Cobián señaló que los estudiantes de la BUAP merecen respeto porque no hay poblanos de primera y de segunda, y Eduardo Rivera busca multitudes que le aplaudan y no estudiante que lo cuestionen, por eso no está aquí, porque tiene mucho que ocultar.
“Nosotros estamos de frente a ustedes, tenemos apertura absoluta para poder hablar sin miramientos de lo que le interesa a la sociedad, y así, con puertas abiertas, con inclusión, con interés de las causas sociales es como voy a gobernar Puebla”, dijo ante los estudiantes.
El abanderado del PRI, que él propone un plan integral de siete ejes que se articulará desde el primer día de su mandato, donde se hará una reingeniería financiera para tener las capacidades suficientes y suficiencia a los programas de seguridad, obra pública, infraestructura productiva, parques y jardines, rastros municipales, reciclaje de desechos sólidos y todo aquello que hace una ciudad armoniosa.
EL PROGRAMA
Precisó que Puebla tendrá justicia social y se revertirá esa falta de oportunidades que tenemos actualmente, será una ciudad atendida de inmediato con el programa “100 días, 100 obras, 100 acciones” a favor de los poblanos, el municipio tendrá obras que verdaderamente detonen desarrollo y no adornen cosméticamente.
Por último refrendó su compromiso de revocar la concesión del agua, a través de un orden financiero y una batalla jurídica, ya que no se puede hace negocio con el vital líquido, que, incluso, ha provocado desesperanza en las colonias, donde verdaderamente ya se está convirtiendo en un conflicto social.