PUEBLA, MÉXICO.- Se estima que el “saqueo” a las arcas públicas del gobierno de México asciende a 650 mil millones de pesos anuales, a través de fideicomisos públicos no fiscalizables, denunció el candidato al Senado de la República por la coalición Juntos Haremos Historia, Alejandro Armenta Mier.
En entrevista, explicó que este año consiguió documentar con información de la propia Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados la forma en la que el gobierno federal, en contubernio con los legisladores, consigue ejercer recursos del presupuesto sin decir a dónde y cómo se destinan.
“650 mil millones de pesos equivalen a 10 veces el presupuesto del estado de Puebla, que es la quinta entidad más poblada del país, y al doble de los recursos que Andrés Manuel López Obrador necesitaría para cumplir sus promesas en materia de desarrollo social”, dijo.
Alejandro Armenta señaló que este estudio que entregó al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, no puede justificarse dentro del margen de error que alegan con regularidad los legisladores, “se trata de una perversión presupuestal para saquear al país”.
¿CÓMO LO HACEN?
De acuerdo con el estudio que documenta el candidato al Senado de México, los legisladores federales elaboran la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) del país con cuotas en cada componente hacia la baja con el fin de que los recursos excedentes se destinen a 300 fideicomisos públicos bajo la categoría de “recursos extraordinarios”, los cuales no van etiquetados; es decir, que pueden invertirse a discreción, pero tampoco son fiscalizables.
En el último año (2017), abundó, se pudo documentar que México obtuvo 650 mil millones de pesos por recursos extraordinarios que fueron destinados a 300 fideicomisos del país, de los cuales el 95 por ciento no son transparentes y tampoco son sujetos de alguna fiscalización.
Es así, según el candidato, como 650 mil millones de pesos que no aparecen en el presupuesto de Ingresos, pero sí en el ejercicio de gasto, son destinados a entidades legales, pero que no hay forma de dar cuenta de cómo, cuándo y dónde invirtieron esos recursos.
“Es un saqueo enorme que hacen los magos de las finanzas”, acusó Armenta Mier.
Por ello, propuso que una vez que consiga un lugar en el Senado de la República revisará minuciosamente la fórmula para elaborar la Ley de Ingresos de la Federación con el fin de que ningún recurso público este exento de fiscalizarse y que los ingresos extraordinarios no provengan de un cálculo matemático basado en el interés de saquear al país, sino de abonar al desarrollo.
