PUEBLA, MÉXICO.- En México se sabe que son diez las lenguas indígenas que viven un proceso de pérdida, como en el norte de Baja California el kiliwa y en Sonora el cucapá, de los que quedan muy pocos hablantes; sin embargo, una lengua tiene posibilidad de vivir si se vuelve a hablar, expresó Hilario Chi Canul, profesor de lengua maya en la Universidad de Quintana Roo.
En el marco del programa “Capital de Lectura Puebla 2017”, en el rubro del Encuentro Nacional de Mediadores de Salas de Lectura: Migración y lenguas indígenas. Poesía suma de voces, se contó con la participación de Natalia Toledo (Oaxaca), Zara Monroy (Sonora) Huber Malina (Guerrero) e Hilario Chi Canul (Quintana Roo), quienes leyeron sus poemas en su lengua origen y en español.
Para el también cuentacuentos y promotor de la lengua maya Hilario Chi Canul, es necesario convertir en bilingüe el sistema educativo “con un bilingüismo real y no un bilingüismo en barniz pintado” en el cual los maestros que lleguen a las escuelas hablen el maya o la lengua origen y el español como segunda lengua, pero sin quitar uno por aprender el otro.
“Tiene que crearse una política con bilingüismo simétrico de mucho respeto, porque en este país como mexicanos tenemos el derecho a que nos atiendan en nuestras lenguas y que nos enseñen las lenguas de nuestro país. Lamentablemente se acaba de implementar un programa educativo bilingüe pero inglés y español al que se le ha asignado muchos recursos, ¿qué va a pasar con nosotros, con nuestra lengua? Yo tengo el derecho de exigir que lleguen maestros a enseñarme en mi lengua”, dijo.
Añadió que el programa de bilingüismo no es nuevo, en 1930 el proceso fue al contrario, fue la transición en las que los mexicanos fueron alfabetizados, les enseñaban español y desaparecía la lengua indígena. Respecto a la lengua maya, comentó que aún se conservan más de trece libros Chilam Balan escritos en maya que relatan hechos y circunstancias históricas de esta civilización.
SISTEMA EDUCATIVO
Hilario Chi puntualizó que el problema inicia con la creación del sistema educativo donde nunca se consideró qué es lo que hay que hacer con nuestras lenguas orígenes. Expresó que “lamentablemente cuando la escuela llegó a las comunidades se convirtió en una isla ajena y de poder”, esto se refiere a que en la escuela los maestros sólo pedían hablar español y les decían a los estudiantes que no iban a tener futuro académico sino lo hablaban.
Resaltó que para que las lenguas orígenes o lenguas indígenas perduren, es preciso que los miembros de las comunidades las fortalezcan, que sean las familias las encargadas de transmitirlas y que el niño y la niña vean las dos lenguas por igual.
“Hay un acierto en que nos organicemos desde las familias y que exijamos una educación con cultura y lengua pertinentes, porque si las políticas vienen de arriba hacia abajo hemos visto que no funcionan y no van a funcionar debemos pedir que seamos atendidos en nuestra lengua. Mis padres se preocuparon porque tenía que aprender primero maya, me decían que español lo aprendería en la escuela. Ese el trabajo que hay que hacer”, concluyó