PUEBLA, MÉXICO.- “El arte no es de los que están arriba, de los que tienen un nombre, de los que cobran mucho o de los que venden caro; el arte es también para los pintores y artistas de banqueta como yo, como todos los que nos vemos en la necesidad de buscar un espacio y esos espacios son los que hacen falta”, opinó Alfredo Vilchis Roque, pintor mexicano de ex votos acerca de las nuevas regulaciones impuestas por el ayuntamiento poblano a los artistas de la calle.
En entrevista con LEVIATÁN, el pintor también conocido como “El Da Vilchis de La Lagunilla” o “El pintor del barrio” añadió que la gente necesita expresarse “y hay pintores que tienen un futuro muy grande pero precisamente por esta situación de que comienzan a poner muros se pierden estos talentos en nuestro país (…) En lugar de cobrar deberían de darles más espacios”.
En los más de 400 retablos que tiene en su colección la temática no es la común del ex voto tradicional, ya que aborda situaciones y personajes del ámbito rural y urbano y que él define como “historias que parecen chuscas pero son realidades”, estilo que lo ha llevado a exponer en museos y galerías de Estados Unidos y Europa.
En 2011 el arte de Alfredo Vilchis entró al Museo de Louvre, cada año el prestigioso museo invita a un personaje destacado del mundo de la cultura a presentar su visión del arte. Ese año Jean-Marie Le Clezio, Premio Nobel de Literatura 2008, lo bautizó como “Da Vilchis”.
“Ese nombre es algo que no me queda ni me quedará. Aunque es inspiración para mi trabajo, pero el maestro Le Clezio me dio ese sobrenombre y se lo agradezco, en ese tiempo mis clientes eran franceses. Todo surgió porque yo firmaba como D Vilchis pero era por ignorancia, quería que supieran que esos retablos eran de mi autoría.”
EL ENCUENTRO
“No sé si el ex voto me encontró a mí o yo me encontré con el ex voto para darme a conocer”, así inició su historia Alfredo Vilchis.
“El ex voto es un recuerdo de mi infancia. Mi madre y mi hermana la mayor decían que me encantaba leer los textos de los ex votos en la Villita. Ese recuerdo es un mundo de colores, así como lo que estoy viviendo porque hay que darle color a todos los sentimientos, a la paz, la tristeza, el amor y la alegría. Cuando no hay color es porque algo me está pasando y pinto en blanco y negro”.
Años después perdió su trabajo y se encontró con un exvoto antiguo dedicado a la virgen de Guadalupe, lo que le generó interés por los retablos y se dedicó a investigar.
“Algunas personas dicen que dejé mi trabajo de albañil para hacer ex votos. No, nunca fui albañil, sería un orgullo para mí haberlo sido, pero ni eso era. Era ayudante de albañil y de plomero porque no tenía estudios y era muy malo para la escuela. Cuando me quedé sin trabajo y me vi desarmado sin estudio y sin oficio recurrí a mis miniaturas y a venderlas en la calle. También pinto paisajes, bodegones, arte erótico, pinto de todo, el arte tiene que estar en movimiento y el ex voto me dio esa oportunidad.
Actualmente expone en la Biblioteca Vasconcelos después de siete años de no exponer en México. “Es triste decirlo pero desgraciadamente aquí en México el ex voto está muy marginado, la gente del arte en nuestro país que debe darle su lugar como en otros países. En otros lugares me dicen que son obras de arte pero aquí no quieren aceptar que el exvoto tiene más valor por su trabajo y por lo que representa, es el verdadero arte popular mexicano.”
Para Alfredo Vilchis ha sido un orgullo exponer en el extranjero y gritar “¡Viva México, cabrones!” En París según sus palabras, “me gane la portada del catálogo del Museo del Louvre, tuve cuatro exposiciones al mismo tiempo en París y eso es algo que ningún artista mexicano había logrado”
También ha expuesto su obra en reconocidos espacios como Le Musée-Monde, en la Galería Fréderic Moisan en París, sólo por mencionar algunas; después de siete años de ausencia la Biblioteca José Vasconcelos en la Ciudad de México alberga la exposición Alfredo Vilchis, esto es barrio: una mirada retrospectiva que está compuesta por 160 obras, miniaturas y ex votos.