Fotografía: Magdiel Olano

“La distorsión” de Rafael Toriz, un diario escrito a destiempo que abraza el rencor

En CAMALEONES Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Una biografía de la mente, una reconstrucción de historias oídas de la niñez y el “cuaderno rencoroso de un escritor joven y amargado en la lucha por la vida” son los tres ejes que orientan su propio libro de estilo memoria-ensayo La distorsión, considera el escritor veracruzano radicado en Argentina  Rafael Toriz.

La obra publicada por la casa editorial Penguin Random House, que se presentó este miércoles en el Museo del Tecnológico de Monterrey de Puebla, cuenta la historia de crecimiento de un personaje en ámbitos como el amor, el sexo, el miedo, los viajes, la escritura o los excesos.

El autor explicó a LEVIATÁN que la intensión era hacer un libro del estilo de los llamados “apuntes semi sapienciales” o de reflexiones literarias; sin embargo, a lo largo de su desarrollo fue derivando en un texto bajo tres planteamientos biográficos con ensayos distintos que, a su manera, crearon una suerte de antinovela o una “biografia en pedazos”.

Como lo indica la propia reseña, la obra de Toriz se apega a un bildungsroman (término que utiliza la crítica para referirse a las “novelas de formación o aprendizaje”, esas que relatan el crecimiento moral o psicológico de un personaje o el paso de la juventud a la madurez), excepto porque no es del todo una novela, más bien un “ensayo de formación o un diario escrito a destiempo”.

El ganador en 2004 del Premio Nacional al Estudiante Universitario “Carlos Fuentes” sugirió que “ningún libro quiere ser escrito”, lo anterior para explicar el cambio y devenir de este libro que, confiesa, es una obra que como un escultor a martillo y cincel da forma a la piedra para dar a luz una pieza no detallada en un inicio, así fue la creación de La distorsión:

“Me di cuenta de que tenía materiales muy distintos, y yo más que escribir siento que esculpo. Tengo un material y sobre eso le voy dando forma (…), voy poniendo por pedazos, por fragmentos, pegando cosas, quitando otras; entonces este proceso creativo escritural se parece más a esculpir que a redactar”.

Dijo que el título surgió con la intención de empezar a incomodar desde el inicio: “que fuera una cosa que distorsiona al género, que distorsiona al recuerdo y a la memoria y nada es lo que parece”.

Finalmente, Toriz invitó al lector a una reflexión: “No desconfiar nunca de los poderes de la imaginación (…), recordar que tenemos que estar a la altura de las historias que nos contaron y estar en función de esa herencia”.

 

A DESTACAR

Previo a la presentación del libro, Rafael Toriz se dijo gustoso por poder venir a compartir el libro con esta ciudad, lugar que ha sido parte de su educación sentimental: “Venir a México y no presentar un libro en Puebla es impensable. Le tengo un cariño muy especial a la ciudad, siempre ha sido un lugar muy generoso conmigo, le tengo mucho cariño a la gente que vive acá”.

Adelantó que viene otro libro a finales de este año, de la mano de la Universidad Veracruzana, institución que va a a publicar una antología de prosa y verso de Fernando Pessoa, traducido, prologado y montado por él.

 

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE CAMALEONES

Ir Arriba