PUEBLA, MÉXICO.- El Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ. (IDHIE) en conjunto con la Coordinación Sistémica con Migrantes del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), llevó a cabo el Coloquio Migración: escenarios actuales y propuestas. Evento que estuvo encabezado por el Fernando Fernández Font, rector de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Al respecto, Fernández Font se mostró complacido por saber que desde la IBERO Puebla y el SUJ se está buscando atender un problema puntual como lo es la migración. Y señaló que la Congregación General de los Jesuitas tiene un documento que contiene el dolor y clamor de estos pueblos.
“No podemos quedarnos solo en trabajos de escritorio, un investigador no se puede quedar satisfecho si su esfuerzo se queda en un estante de la biblioteca. Su proyecto debe brindar soluciones, para hacer esto posible hay que focalizar muy bien la investigación. “En la IBERO Puebla cada uno de nuestros institutos busca que todo trabajo redunde en políticas públicas”.
Tras las palabras de bienvenida, se llevó a cabo la conferencia magistral Protegiendo los derechos humanos y cruzando fronteras en la época AMLO-Trump, la cual estuvo a cargo de PhD Susana Gzesh, directora del Centro de Derechos Humanos Pozen y académica de la Universidad de Chicago.
“Pese a que los Derechos Humanos se han constituido como algo universal, parece que sin el apoyo de un Estado Nación resulta difícil mantenerlos y aplicarlos a las personas, que por cuestiones de violencia o política han tenido que desplazarse”, así lo expresó la Dra. Susan Gzesh.
La experta en Derechos Humanos recalcó que la Organización de Naciones Unidas (ONU) no cuenta con una definición de lo que es migración forzada. La cual se origina por violaciones a los derechos ciudadanos, los cuales obligan a las personas a cruzar una frontera, convirtiéndolos en migrantes. Este destierro es un síntoma de la violación constante a las garantías individuales en un país, o de la incapacidad de los gobiernos para certificar el bienestar de la población.
Otro aspecto a destacar es el análisis profundo que debe hacerse de la política sobre Derechos Humanos en los países de origen, tránsito, destino y regreso de los migrantes. Pues un error que comete incluso la ONU es realizar una división, bastante confusa, entre quienes son refugiados y los que son “sólo migrantes económicos”.
Declaró que en los países de tránsito, como lo es México, los migrantes están mucho más vulnerables a violaciones de sus derechos, e incluso corren el riesgo de perder la vida. Y al llegar a su destino el sufrimiento continúa si no cuentan con algún tipo de autorización o permiso para residir.
Finalmente recordó que no es la primera vez que los Estados unidos buscan cerrar sus fronteras, pues a finales del siglo XIX prohibió la entrada de católicos y judíos provenientes de Europa, principalmente de Italia, Polonia y Rusia. Bajo el argumento de querer mantener su demografía original.