PUEBLA, MÉXICO.- Una vez iniciado el período para que los aspirantes a candidatos independientes a algún puesto de elección popular local presenten su manifestación de intensión ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) queda claro que son dos los principales obstáculos que tienen enfrente quienes busquen contender sin el apoyo de partidos políticos: las fallas de la aplicación para la recolección de firmas de ciudadanos y la falta de una estructura sólida.
Esta valoración la hizo Ricardo Jiménez Hernández, quien en 2016 buscó la candidatura independiente a la gubernatura del estado -la cual no alcanzó por no cumplir con el mínimo de firmas de apoyo ciudadano- y que ahora participará como asesor de otros aspirantes ciudadanos, al señalar que dado el escenario que se tiene de cara al proceso del próximo año se tiene poca confianza en la autoridad electoral.
Calificó como “burda” la forma en la que se busca cerrar el paso a los independientes, en particular por el uso obligatorio de la aplicación que diseñó el Instituto Nacional Electoral (INE) para juntar los apoyos ciudadanos.
Esta tecnología, comentó, provoca que se llegue a perder hasta 20 minutos en registrar los datos de una sola persona, trámite que se complica debido a que se necesita buena luz para tomar la fotografía de la credencial de elector de quien da el apoyo, lo cual ya no es posible después de las 6 de la tarde.
“Y eso es aquí en Puebla, imagínate en la mixteca o en la Sierra, tan sólo en Huaquechula una aspirante me preguntó cómo le va a hacer si ahí se va la señal a cada rato”, comentó el también empresario.
SUMAMOS, UN EJEMPLO
Algo que podría ayudar a los aspirantes es que se organicen para participar en conjunto, siendo un ejemplo de esto el movimiento Sumamos emprendido por Enrique Cárdenas Sánchez, por medio del cual se busca congregar a aspirantes independientes para generar una red ciudadana con diversas candidaturas para la elección del próximo año.
Este esquema, indicó Jiménez Hernández, podría facilitar los trámites de registro, pues aunque cada proceso electoral es distinto reconoció que hacer todo esto de manera solitaria es demasiado complejo.
Este panorama, marcado por los obstáculos administrativos y una autoridad cooptada por el poder, sólo se puede combatir por medio de la participación ciudadana y la consolidación de estructuras que ayuden a proteger el voto para el día de la jornada electoral, lo cual faltó en el proceso de 2016, lamentó.
“El año pasado ganó el ciudadano complaciente, el que se queda cruzado de brazos y le vale, ese es el problema”, por lo que se debe buscar la forma de motivar a los ciudadanos para participar y contrarrestar la operación de los grupos de poder, agregó el asesor, y sentenció que “tú podrás enamorar, podrás emocionar, podrás hablar padrísimo, pero si no tienes una estructura para el día de la elección, un equipo de abogados que te respalden y propuestas sólidas es complicado”.
