MÉXICO.- Considerado uno de los luchadores sociales más íntegros y consecuentes con la causa de los trabajadores durante los tiempos de la Revolución Mexicana, Ricardo Flores Magón es recordado como un anarquista que supo hacer del periodismo su mejor arma de combate.
En su honor, la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos realiza desde hace casi tres lustros un premio que lleva su nombre, y que reconoce a los profesionales en diversos géneros periodísticos como la noticia, el reportaje, la entrevista, la crónica, el artículo de fondo y la columna.
Ricardo Flores Magón nació el 16 de septiembre de 1874, en Eloxochitlán, Oaxaca; en el seno de una familia antiporfirista; su padre fue un indio que llegó a teniente coronel de infantería auxiliar, veterano de las guerras patrióticas, y su madre Margarita Magón, una mestiza originaria de la ciudad de Puebla.
De acuerdo con el sitio “ensayistas.org”, la figura de Flores Magón resulta imprescindible para comprender la Revolución mexicana, en el periodo de 1910 a 1917, donde destacó por ser, junto con Emiliano Zapata, el prototipo de luchador social indoblegable, de una entereza intelectual y moral excepcionales.
A principios de 1892 entraría en la Escuela de Jurisprudencia, sin concluir los estudios de Derecho participaría en el movimiento antirreeleccionista obrero-estudiantil, lo que lo llevaría a ser encarcelado por primera vez, destaca el sitio “archivomagon.net”.
Influenciado por la figura del periodista y revolucionario francés Camille Desmoulins, comenzó su carrera como redactor en periódicos como “El Demócrata”, de Joaquín Clausell, y “El Universal”, del liberal porfiriano Ramón Prida; así como en revistas estudiantiles de efímera vida como “El Ideal” y “El Azote”.
Sería hasta el 7 de agosto de 1900, cuando en compañía de su hermano Jesús y de Antonio Horcasitas fundó el periódico “Regeneración”, semanario que perduró, pese a varias interrupciones, hasta 1918; le permitió entrar en contacto con las publicaciones y clubes liberales a lo largo del país, así como en el estado de Texas.
El sitio “Biografías y vidas” señala que, tras ser hostigado por el gobierno de Porfirio Díaz, hacia 1904 se exilióa en Estados Unidos; donde dos años después, en la ciudad de San Luis Missouri fundó el Partido Liberal Mexicano, de ideología socialista, que reivindicaba un programa revolucionario de intervencionismo estatal.
Exigía la jornada de ocho horas, el descanso dominical y el reparto de tierras a los campesinos; su partido estuvo detrás de las huelgas de la localidad minera de Cananea y de la zona industrial de Río Blanco, reprimidas por el régimen de Díaz.
Después del estallido de la revolución, en 1910, que obligó a renunciar a Porfirio Díaz, promovió un año después junto a su hermano Enrique la insurrección de Baja California, tomando las ciudades de Mexicali y Tijuana para fundar una república socialista.
Derrotados por las tropas gubernametales, regresaron a Estados Unidos, aunque continuaron el combate contra los gobernantes posteriores a Díaz, como Francisco I. Madero y Venustiano Carranza.
Se cuenta que Madero buscó su ayuda, pero Flores Magón se negó a colaborar con la revolución burguesa, aunque varias de sus reivindicaciones se admitieron en el Congreso de Querétaro, de 1917.
Un año después redactó un manifiesto dirigido a los anarquistas de todo el mundo, lo que provocó que fuera condenado a 20 años de prisión por las autoridades estadounidenses; tras pasar por un régimen carcelario cruel, murió casi ciego el 20 de noviembre de 1922, en la penitenciaría de Leavenworth, de Kansas, en Estados Unidos.