MÉXICO.- Un estudio realizado por investigadores de la UNAM a niños de primaria y secundaria arrojó que de ellos, los que son acosadores viven generalmente en un entorno familiar en el que imperan las leyes de la hostilidad y la violencia.
Incluso, algunos también padecen trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), además, desconocen límites, tanto en el hogar como en la escuela.
“Después del estudio con niños de primaria y secundaria, observamos en la Ciudad de México y en Toluca a 14 mil infractores juveniles del Consejo Tutelar para Menores, y vimos que 100 por ciento de ellos tenía TDAH y problemas de conducta social desde edades tempranas”, enfatizó el investigador Héctor Lara Tapia.
“Sólo se ve la cara al bullying, pero atrás hay un montón de causas que lo detonan”, expuso el académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, quien de manera conjunta con la investigadora del Instituto de Neurobiología campus Juriquilla de la UNAM, Thalía Harmony realizó el análisis.
Al abundar sobre el bullying escolar, dijo que en las familias de los niños acosadores se repite un patrón de conducta. “El padre es violento y agresivo, agrede y golpea a la madre, ella hace lo mismo con su hijo (o sus hijos) y el hijo con los compañeros de escuela”, explicó.
Ningún caso surge de la nada, para que el acoso escolar ocurra debe haber una dinámica familiar violenta, de la cual se aprende a ser violento y agresivo, dijo en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esta conducta es reforzada por la familia que, en algunos casos, el padre y/o la madre amenazan con golpear al hijo si no se “defiende” como “hombrecito”, resaltó.
Además del entorno familiar, agregó que se ha descubierto que los chicos más agresivos desarrollaron, desde muy pequeños, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
“Concluimos que los que presentan el trastorno tienen más problemas de conducta social y son más violentos porque son más impulsivos. En esta situación también cuentan los límites, pero el problema es que a la gran mayoría no se les imponen”, puntualizó el universitario.