MÉXICO.- «Llegamos a la tierra de la luz, a las montañas infinitas, allí donde los valles son un estado de ánimo, lagunas de sentimiento, tierra de Chiapas, de montes y laderas, de fríos y calores, tierras de indígenas, mundo maya que ha parido un sexto sol a la vez que una revolución». Así empieza el fulgurante relato de Guiomar Rovira sobre el levantamiento zapatista.
El 1 de enero de 1994, México y el mundo despertaron en un lugar distinto. El asalto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a cinco cabeceras municipales en Chiapas resquebrajó la narrativa nacional que veía con una mezcla entre desprecio y paternalismo a las poblaciones que, al mismo tiempo y con gran hipocresía, reclamaba como la cuna de la identidad nacional. El EZLN no sólo lanzó con asombrosa lucidez arengas contra el modelo económico que habría de devorarse el planeta entero, sino que también logró consolidar un movimiento que demuestra que un mundo en el que quepan muchos mundos es posible.
Guiomar Rovira fue una de las primeras personas cautivadas por el levantamiento indígena. La tríada de libros que ha escrito sobre el zapatismo recorren los orígenes de la lucha, la compleja relación entre el fuego y la palabra orquestada por el mismo EZLN, el lugar de las mujeres en la lucha y la fuerza telúrica de este movimiento, que puso en marcha una movilización histórica de la sociedad civil. Poniéndolas perspectivas de sus protagonistas en primera fila, Rovira nos permite escuchar las voces que tomaron las conciencias de México y el mundo, creando un faro de esperanza para millones. Zapata vive es un recuento y un homenaje. Un documento esencial para comprender una de las luchas sociales más importantes del México moderno.
