MÉXICO.- El Centro Cultural Jardín Borda, en Cuernavaca, reabrió sus puertas con un recorrido visual por el Morelos de hace un siglo, integrado por un centenar de imágenes en las cuales el fotógrafo poblano Arnulfo Viveros captó la vida social, política, económica y cultural de un territorio que, tras ser escenario de la revolución zapatista, se encaminó a la restauración de su soberanía: hecho que se concretaría en 1930 con la promulgación de la Constitución estatal.
La Fototeca “Juan Dubernard Chauveau”, del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Morelos, instancia de la Secretaría de Cultura federal, celebra 30 años de conservar y difundir el rico patrimonio visual de la entidad con la exposición Fotografías del pasado morelense, 1920-1937: una historia que vuelve al presente gracias al registro que hiciera dicho creador.
El coordinador de la fototeca, Erick Alvarado Tenorio, recuerda que en 2013 se presentó parte de este material en una exhibición en el otrora Palacio de Cortés —actual Museo Regional de los Pueblos de Morelos—; pero el acercamiento reciente de los descendientes del fotógrafo (entre ellos, su nieto Alfonso Viveros) no solo ha permitido contar con piezas fotográficas inéditas, incluido un retrato del autor y varias imágenes intervenidas a color: también, con una biografía más completa del mismo.
“Arnulfo Viveros empezó a radicar en Morelos en 1920, a invitación de su primo Emiliano, un fotógrafo establecido en Cuernavaca y fundador de Casa Viveros. Juntos se dedicarían a vender tarjetas postales, las cuales comercializaban en la botica del Hotel Morelos. Ahora las tenemos en esta muestra, gracias a la colaboración del coleccionista Miguel Ángel Cuevas Olascoaga”, apunta.
Fotografías del pasado morelense demuestra el interés del autor por retratar a la clase trabajadora, caso del ingenio azucarero “Emiliano Zapata”, en Zacatepec, del que realizó una serie en 1937, meses antes de que fuera inaugurado por Lázaro Cárdenas del Río “un ingenio moderno, planeado por la actual administración, con fines sociales para mejorar las condiciones económicas de los ejidatarios”, como manifestaría en su inauguración (el 5 de febrero de 1938) el entonces presidente.
Se observan tomas de la maquinaria y de los departamentos eléctrico y de calderas, entre otras zonas del ingenio. Cabe mencionar que este registro —perteneciente al acervo de la Fototeca Nacional del INAH— representa el último trabajo de Arnulfo Viveros, debido a que falleció al año siguiente, en 1938.
Otros ejes temáticos de la exposición fotográfica reiteran la presencia de los obreros en el Fondo Arnulfo Viveros: por ejemplo, los retratos de aquellos que construyeron obras públicas como las carreteras México-Acapulco y Cuernavaca-Tepoztlán.
“A su vez, el público puede admirar los oficios en la Cuernavaca de los años 20 y 30 del siglo XX, en sitios emblemáticos como los parques Revolución y Chapultepec, o Casino de la Selva; además de atractivas panorámicas de esta capital, cuya composición refleja la influencia del concepto paisajístico de ese momento”.
“La producción de Arnulfo Viveros es posrevolucionaria y refleja la comprensión que tenía de ese momento histórico, en el cual se estaban sentando las bases de una modernidad, un momento clave y previo al despunte económico del estado”, concluye Alvarado Tenorio.
Fotografías del pasado morelense. Arnulfo Viveros, 1920-1937, enriquecida también con donaciones de los archivos “Valentín López González” y “Sergio Estrada Cajigal”, permanecerá en la Sala Juárez del Centro Cultural Jardín Borda, en Cuernavaca, Morelos, hasta el 26 de mayo de 2024. Horario: martes a domingo de 10:00 a 17:30 horas.
Durante su permanencia, se realizarán visitas guiadas como parte de la Noche de Museos, las cuales se darán a conocer en las redes sociales de la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos.