MÉXICO.- Con el fin de “socializar el arte y el conocimiento”, en el Museo de Arte Carrillo Gil se implementó el proyecto Tlacuilo MACG, al que desde abril de 2022 han acudido más de 700 personas.
Se trata de emular a las bibliotecas públicas, solo que en este caso se prestan a domicilio libros de arte, discos de vinil de música experimental contemporánea y obras artísticas. El tiempo máximo es de un mes.
Tlacuilo tiene como propósito ofrecer la posibilidad de observar, reflexionar o simplemente convivir con una obra de arte en el espacio doméstico, de trabajo o de estudio.
La coordinadora de esta actividad, Lorena Botello, dijo que la gente interesada en este proyecto lo único que tiene que hacer es registrarse y luego solicitar el préstamo de un libro, un disco o una obra de arte para llevarla a su casa.
El objetivo de Tlacuilo es socializar las colecciones de libros de arte, en este caso, los que posee el MACG. “Mucha gente sabe que el acervo de este museo se especializa en arte moderno y contemporáneo, el cual se ha enriquecido con el paso de los años”.
Recordó que Tlacuilo fue una iniciativa del artista Pedro Reyes, quien no solo es un apasionado del arte contemporáneo latinoamericano y mundial, sino que, además, posee su propio acervo bibliográfico, el cual es muy amplio. El proyecto surgió como una especie de biblioteca pública que busca promover no solo el préstamo de libros, sino la posibilidad de compartir gustos y conocimiento.
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Las obras de arte que se ofrecen en préstamo forman parte de la Artoteca Tlacuilo MACG, conformada por piezas de pintura, grabado, fotografía y cartel de diversos artistas. Este acervo inició con una selección de obras de la colección personal de Pedro Reyes, que actualmente está en continuo crecimiento gracias a la generosa donación de artistas invitados para conformar una colección sin fines de lucro, cuyo único fundamento es facilitar el préstamo a domicilio.
A decir de Lorena Botello, los objetivos de Tlacuilo se han ampliado en estos meses. Por ejemplo, en el MACG cada vez que se inaugura una exposición individual invitan a los artistas expositores a que hagan su propia selección con material propio o del acervo del museo.
“Nuestro sistema de préstamo es muy cuidadoso y está controlado. Tenemos una base de datos en la cual aparecen los registros personales de los usuarios, que pueden identificarse con una credencial oficial vigente. Tlacuilo, al igual que cualquier biblioteca pública, tiene sus propias reglas: la persona obtiene el préstamo de un libro y tiene un periodo de entrega, de lo contrario es sancionada.
Dijo que los libros y las obras pueden prestarse por un periodo máximo de tres meses y los discos solamente por un mes. Incluso el museo puede prestar tornamesas si el usuario no tiene una en su casa.
Comentó que el acervo de Tlacuilo cuenta con 90 discos de música experimental, electrónica y de vanguardia. Fluxus o John Cage son dos casos destacados. El MACG cuenta con auténticas joyas de la música de los años sesenta.
La colección de vinilos también ofrece una serie de registros de Voz Viva, lecturas que escritores han hecho de sus textos, difícil de encontrar en materiales o aplicaciones de reproducción digital.
Finalmente, Botello aseguró que el Proyecto Tlacuilo ha sido muy exitoso entre la gente. “Más de 700 personas en casi dos años se han acercado a nosotros, por lo que este proyecto continuará todo este año”.
Asimismo, comentó que el año pasado se llevaron a cabo cuatro Listening parties, donde expertos y expertas en música y artistas sonoros seleccionaron algunos de los discos disponibles para préstamo a fin de vincular al público del museo con compositores, corrientes musicales y experimentaciones presentes en estos materiales, entre ellos Amor Muñoz, Esteban King, Ricardo Rendón y Guillermo Santamarina.